Cinco meses después de que la Unión Europea (UE) aprobara el cultivo de la patata transgénica Amflora, la compañía alemana BASF ha solicitado a la Comisión Europea (CE) la autorización de una segunda patata transgénica conocida como Amadea. Así lo confirmó el consejero delegado de BASF, Jürgen Hambrecht, quien afirmó que el lunes se había presentado toda la documentación necesaria en Bruselas.

La patata transgénica Amadea produce almidón compuesto sólo por amilopectina, lo que la diferencia de las patatas comunes en las que se encuentra también la amilosa. Esta característica, compartida con la patata transgénica Amflora, permite al agricultor ahorrar recursos, energía y costes.

Al no contener amilosa, la patata transgénica reduce significativamente los costes de producción ya que no es necesario recurrir a los procedimientos convencionales de extracción y lavado de la misma. Para muchas aplicaciones técnicas, como la fabricación de papel, sólo se necesita amilopectina, por lo que hasta ahora había sido necesario aplicar un costoso proceso de separación de los dos componentes.

Las declaraciones de Jürgen Hambrecht fueron realizadas en la localidad alemana de Zepkow coincidiendo con el inicio de la primera cosecha de la patata transgénica Amflora. “Hoy es un día especial para la biotecnología con plantas en Alemania. En el futuro, la tecnología promete proporcionar soluciones para muchos desafíos que afrontamos, por ejemplo proporcionar una oferta amplia de recursos renovables”, afirmó.

La patata transgénica Amflora es el primer producto de BASF en investigación biotecnológica con plantas que tiene autorización para su uso comercial en Europa y la patata transgénica Amadea podría convertirse en el segundo.

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