“No comemos nada natural desde hace diez milenios”

Cursos de Verano de El Escorial

El doctor Francisco García Olmedo, miembro de la Real Academia de Ingeniería, ha sido el encargado de abrir la segunda jornada del curso ‘Percepción social de los organismos modificados genéticamente’ ofreciendo una amplia perspectiva de la agricultura desde sus orígenes. “El invento de la agricultura en el Neolítico supuso la artificialización completa de todo lo que consumimos y es que la domesticación es un proceso contra natura. No comemos nada natural desde hace diez milenios”, explicó.

En esta línea quiso diferenciar dos conceptos claves, “NATURAL no es sinónimo de bueno o inocuo como ARTIFICIAL no lo es de peligroso. En los últimos tiempos se ha mitificado la palabra NATURAL de una forma absurda intentando asociar este concepto a algo de calidad, cuando esta asociación carece de cualquier fundamento”.

“Organismo modificado genéticamente es un término que se está restringiendo a los llamados socialmente cultivos transgénicos pero realmente el concepto engloba todos aquellos organismos alterados que nos comemos habitualmente, es decir, absoultamente todo lo que consumimos”, explicó.

Sumergidos en una sociedad básicamente urbanita, afirmó rotundamente que “estamos el momento en el que se come más sano de toda la historia de la humanidad, sin embargo es cuando más preocupados estamos”.

Sobre la agricultura ecológica afirmó que “no son ni más sabrosos ni cuentan con ninguna diferencia analítica que justifique ninguna ventaja nutritiva. Realmente los productos ecológicos son menos sanos, y es que el reglamento europeo permite abonar estos cultivos con materia orgánica de tres días, una materia que necesita mínimo un año de fermentación para que sea segura”.

“En 25 años de cultivos transgénicos no ha surgido ninguna alerta sanitaria alimentaria, sin embargo con los ecológicos ocurren cada año”, explicó. El Rapid Alert System for Food and Feed recibió más de 20 alarmas en maíz por fumonisinas entre 2003 y 2007, período en el que no se produjo ninguna con los organismos modificados genéticamente.

Como broche final a su intervención situó el reto actual de la agricultura en “producir más y más limpio, ya que las prácticas agrícolas no han sido limpias nunca. La mayor amenaza a la biodiversidad de cualquier tipo de agricultura es la invasión de suelo natural”, algo que con los cultivos biotecnológicos se reduce notablemente aumentando a la vez la producción.