Un reciente estudio realizado por Alliance for Science y publicado en GM Crops & Food, muestra  que la edición genética tiene una mayor aceptación en los medios de comunicación que los organismos modificados genéticamente (OMGs) o transgénicos. Este análisis de sentimiento refleja un cambio positivo en el sentimiento público hacia la biotecnología agraria, lo que demuestra el apoyo mediático y social hacia esta tecnología cuyas informaciones suelen ser favorables. El estudio ha analizado la perspectiva de la comunicación que se hace sobre esta tecnología en países de habla inglesa.

El estudio ha sido publicado después de analizar datos de cinco años de información, que abarcan desde enero de 2018 a diciembre de 2022. Los datos proporcionan son clave para la comunidad científica y los profesionales de la comunicación científica. Mark Lynas, líder climático en Alliance for Science, explica que este análisis de sentimiento “muestra que la percepción positiva es especialmente positiva en las redes sociales, con cerca del 100 por cien de comentarios positivos durante estos cinco años de análisis”.

También añadió que creen que “en función de las tendencias actuales, la comunidad científica puede ser cautelosamente optimista de que la edición de genes será aceptada por el público y podrá lograr su promesa de hacer una contribución sustancial a la seguridad alimentaria y a la sostenibilidad ambiental en el futuro en todo el mundo”.

El informe destaca que la cobertura de la edición genética en las redes sociales ha sido sorprendentemente positiva en los últimos años, incluso cuando ha llegado a audiencias sustancialmente más grandes. El estudio también reveló una diferencia consistente respecto a estudios anteriores sobre la aceptación de la edición genética y también de los OMGs, con la primera disfrutando con mayor aceptación.

“Esto podría ser el resultado de que, a diferencia de los OMGs, la edición genética no ha sido objeto de una campaña de publicidad negativa como fue la de los transgénicos durante décadas”, explicó Lynas. El equipo de investigación también señaló que la comunidad científica puede haber aprendido de lo que ocurrió con los OMGs y que ha habido un esfuerzo importante por evitar repetir esos errores a medida que la edición genética se empezaba a usar.

“La cobertura positiva de la edición de genes agrícolas tanto en los medios tradicionales como en las redes sociales es alentadora. También puede darse el caso de que la edición genética, que implica en gran medida alteraciones del ADN que podrían ocurrir en la naturaleza, suscite menos dudas que las técnicas transgénicas”, agregó Lynas.

Aunque el estudio revela una tendencia positiva en la aceptación pública de la edición genética, los autores advierten de que las indicaciones recientes de tendencias sostenidas a la baja pueden ser motivo de preocupación. Enfatizan la importancia de analizar el sentimiento cambiante a lo largo del tiempo y monitorear los posibles cambios negativos en la percepción pública. Destacan la necesidad de una comunicación y un compromiso continuos con el público para garantizar una mejor comprensión de estas tecnologías.

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