Está demostrado que los aceites saludables derivados de plantas son procesados ​​por el cuerpo humano exactamente de la misma forma que cuando se consumen aceites de pescado. Las grasas omega-3 están presentes principalmente en el aceite de pescado y son vitales para la salud y el desarrollo humano. Debido a la limitación de la fuente de Omega-3, científicos de Rothamsted Research (Reino Unido) han desarrollado una planta de aceite de semilla (Camelina sativa) utilizando ingeniería genética para producir un aceite vegetal mejorado con una cantidad similar de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) como aceite de pescado.

Los investigadores probaron si el aceite de la camelina modificada genéticamente era tan bueno como el aceite de pescado en el suministro de ácidos grasos en la dieta humana. Los hallazgos, publicados en British Journal of Nutrition, muestran que cuando personas jóvenes y de mediana edad consumieron la misma cantidad de EPA y de DHA en una sola comida, ya fuera como aceite de pescado o como el aceite de la camelina modificada genéticamente, no hubo diferencia alguna en la absorción de estos ácidos grasos de la comida o del cuerpo que procesa estas grasas.

Graham Burdge, uno de los líderes de la investigación, dijo que “estos hallazgos muestran que el aceite de esta planta transgénica es un medio eficaz para proporcionar EPA y DHA en la dieta, lo que supera el efecto negativo en la ingesta de EPA y DHA de consumir una dieta que excluye los productos animales. Además, sujeto a más pruebas y aprobación regulatoria, esto representaría una oportunidad única para los agricultores británicos que podría tener un impacto positivo en la nutrición de la población mundial”.

Otro miembro del equipo, el investigador Johnathan Napier, afirmó que “es realmente emocionante ver el progreso de nuestra investigación hasta el punto en que estamos realizando estudios en humanos, y aún más agradable ver resultados tan positivos”.

Más información en la web de la Universidad de Southampton y en la web de Rothamsted Research.

Compartir en redes sociales