La Comisión Europea ha celebrado hoy un debate sobre el proceso comunitario de aprobación de variedades transgénicas en el que finalmente se ha decidido mantener las políticas actuales.

Fundación Antama considera que esta postura transmite una señal desalentadora a los agricultores europeos al enviar de vuelta los dossieres de tres variedades que ya habían sido evaluadas positivamente por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Con decisiones como esta Europa está quedándose atrás en competencia biotecnológica a nivel mundial. Actualmente hay más de 40 variedades que están pendientes de aprobación en la Unión Europea.

A la luz de la escasez actual que sufre Europa en el suministro de alimentos de primera necesidad y de piensos, no es consecuente pedir a la EFSA que reconsidere los tres expedientes positivos a los que ella misma había dado el visto bueno tiempo atrás para que la propia Comisión Europea tuviera un sustento científico para tomar una decisión sobre la aprobación de dichas variedades. Los dossieres eran referentes a dos nuevos maíces resistetes a plagas de insectos y a la patata Amflora para fécula que recibió la aprobación de la EFSA años atrás. Con esta decisión la Comisión Europea está negando a los agricultores europeos el acceso a la tecnología y la capacidad de competir en igualdad con el resto de países del mundo.

En Europa, sólo hay un cultivo biotecnológico disponible para los agricultores, el maíz Bt resistente al taladro. Desde su aprobación en 1998 ni una sola nueva variedad ha recibido la aprobación por parte de la Comisión Europea para ser cultivada. Con estas medidas Europa está poniendo en riesgo la ya bien establecida tecnología tan sólo por cuestiones políticas.

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