El primer Congreso de Biotecnología Agroalimentaria, celebrado en Valladolid, puso de manifiesto el impacto cada vez mayor de los alimentos transgénicos en todo el mundo, incidiendo en que se trata de alimentos evaluados a nivel sanitario de un modo exhaustivo completamente seguros para salud y el medio ambiente. En este sentido, se pidió que Europa y España no se queden atrás en la investigación biotecnológica.
En este contexto, se apeló a la colaboración entre colectivos de diferentes ámbitos geográficos para impulsar la investigación y el desarrollo de este sector. El congreso, que reunió a más de 300 congresistas contó con ponencias plenarias a cargo de reconocidos expertos en biotecnología a nivel internacional.
Esta propuesta de colaboración entre colectivos fue respaldada por representantes de conjuntos de empresas de Andalucía, Madrid, Navarra, Extremadura, Galicia, y Comunidad Valenciana entre otros. Las ponencias enmarcadas en este congreso suscitaron un enorme interés tanto en el ámbito científico como empresarial.
El profesor Peter Olesen, director y fundador de ActiFoods ApS, se refirió en su intervención a la importancia de los compuestos bioactivos y los alimentos funcionales. Daniel Ramón Vidal, profesor de investigación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) de Valencia y director científico de la empresa biotecnológica Biópolis, habló de la innovación en alimentación a través de la biotecnología.
Por su parte, Pere Puigdomenech, profesor de Investigación del CSIC y director del Centro de Investigaciones en Agrigenómica (CRAG, CSIC-IRTA-UAB), trató la seguridad alimentaria. Y, por último, Tomás Girbés, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Valladolid, se refirió en su ponencia a aspectos relacionados con alimentación, nutrición e industria.
El presidente de Vitartis, Agrupación Empresarial Innovadora de Biotecnología, quiso hacer hincapié en que la biotecnología “no es un área concreta, puesto que interviene en todos los procesos industriales, y de hecho está arraigada en la industria tradicional”.
