Las campañas contra los organismos modificados genéticamente (OMGs) o transgénicos llevadas a cabo en los últimos años por activistas han creado importantes obstáculos para el desarrollo y adopción de dicha tecnología en el ámbito agrario y alimentario. Movimientos anticiencia que además de repercutir directamente en las economías de origen también tiene fuertes consecuencias en los países en vías de desarrollo, aquellos en los que una mayor productividad agraria es clave para su subsistencia.
La Information Technology and Innovation Foundation (ITIF) ha cuantificado los costes económicos que estas campañas anticiencia podrían causar en países en vías de desarrollo. E estudio concluye que el rechazo de los activistas antitransgénicos podría costar en beneficios económicos a los países de economías de ingresos medios o bajos un total de 1.5 trillones de dólares americanos hasta 2050. Los activistas han construido barreras ante una tecnología segura respaldada por la comunidad científica internacional que está impidiendo el desarrollo de las naciones más pobres del mundo.
A pesar de la fuerte oposición de la comunidad científica internacional, países europeos siguen prohibiendo los OMGs pese a no poder justificar su decisiones con evidencias científicas. Estas restricciones limitan la productividad de los agricultores y elevan los precios de los alimentos, no sólo en los países donde se llevan a cabo dichas campañas sino también en las naciones más pobres dependientes de las importaciones y en las exportadoras, que ven condicionada su producción a causa de las reticencias ideológicas de los países compradores.
La experiencia y los datos muestran que los cultivos mejorados mediante biotecnología son ten seguros como sus homólogos convencionales y proporcionan beneficios a los agricultores y consumidores. Las restricciones sustentadas por las campañas ideológicas de los activistas retrasan el crecimiento de la productividad agraria mundial y crea barreras comerciales internacionales. Algo que afecta especialmente a los países en vías de desarrollo.
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