El laboratorio de investigación de cultivos y alimentos del doctor Colin Eady, en Nueva Zelanda, ha desarrollado una cebolla transgénica que no hace llorar a quien la corta. Según informa ChileBio, esta nueva variedad de cebolla transgénica tiene bloqueada la enzima lachrymatory-sintetasa, evitando así que se desencadene la reacción de eventos que producen finalmente las lágrimas. Este desarrollo ha sido realizado gracias a la identificación previa de científicos japoneses del gen responsable de la enzima lachrymatory-sintetasa.

A diferencia de algunos productos transgénicos, en esta variedad de cebolla transgénica la enzima no es bloqueada por la adición de un gen foráneo en el genoma de la planta, sino que el gen fue silenciado por un proceso llamado ARN de interferencia.

Colin Eady cree que “al ‘apagar’ el gen responsable de la producción de la enzima que desencadena el proceso que conlleva  a las lágrimas, la cebolla será más sabrosa y saludable ya que los sulfóxidos que ahora no serían transformados, serían redirigidos de forma natural a la producción de compuestos relacionados con el sabor y las propiedades nutricionales de la cebolla”.

Las lágrimas originadas al trocear cebolla son producto de un mecanismo de defensa de la planta. Cuando la planta es cortada se liberan aminoácidos sulfóxidos y la enzima llamada lachrymatory-sintetasa. Dicha enzima convierte los aminoácidos sulfóxidos en ácido sulfénico, el cual al ser muy inestable se convierte en propanetiol óxido-S, un compuesto volátil que reacciona con el agua de las lágrimas para formar ácido sulfúrico. El ácido sulfúrico provoca ardor en los ojos, estimulando a éstos a que liberen más lágrimas provocando irritación.

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