La Generalitat de Cataluña ha presentado, a través de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), un tríptico informativo sobre los alimentos mejorados genéticamente con el objetivo de que el consumidor conozca qué son, cómo se evalúan y el modo en que se debe presentar su etiquetado correspondiente.El documento divulgativo está disponible en oficinas de atención al consumidor y en centros de asistencia primaria de Cataluña, explica el director de la ACSA , Eduard Mata, así como en la página web del organismo, www.gencat.net/salut/acsa .
|
En el tríptico se explica de forma sencilla que los organismos modificados genéticamente (OMGs) son aquéllos cuyo material genético “se ha modificado empleando técnicas modernas de ingeniería genética” para dotarles de una propiedad determinada. Asimismo, distingue entre alimentos que son modificados genéticamente, como el maíz; los que contienen OMGs, como una ensalada preparada con brotes de soja transgénica; los que son producidos a partir de ellos, como el aceite de soja MG; y los que contienen ingredientes producidos a partir de OMGs, y cita el chocolate que contiene lecitina de soja procedente de soja modificada genéticamente.
Seguidamente muestra que antes de ser autorizados para el consumo, todos los OMGs se someten a un proceso “individualizado y riguroso” en el que se evalúa su seguridad. Durante este procedimiento, refleja el tríptico, se comprueba que no resultan nocivos para la salud humana, que no provocan alergias, ni implican la transferencia de material genético, resistencia a antibióticos o cambios significativos desde el punto de vista nutricional. El documento recoge además que las variedades transgénicas autorizadas por la Comisión Europea son de maíz, soja, colza y algodón, resistentes a enfermedades causadas por insectos o virus, y tolerancia a herbicidas.
Respecto al etiquetado, la ACSA hace hincapié en que los alimentos modificados genéticamente deben incorporar una referencia clara a su origen, que no es obligatoria cuando la presencia accidental de OMGs no supera el límite del 0,9%, aplicado a los ingredientes considerados de forma individual o a todo el alimento formado por un solo ingrediente. Además, muestra un ejemplo práctico de cómo se debe presentar esta información en los productos que el consumidor puede encontrar en el mercado.
El director de la ACSA , Eduard Mata, asegura a Antama que este tríptico informativo responde a una petición formulada por las asociaciones de consumidores más representativas de Cataluña, con las que se reúne periódicamente en grupos de participación. Éstas habían reclamado en varias ocasiones información sobre “cómo se regula este tema a nivel catalán” y su seguridad para el consumidor, explica Mata, tras matizar que el material divulgativo forma parte de “toda una serie de documentos de difusión hacia los consumidores que se inscribe en la colección ‘Seguridad alimentaria. Información para los consumidores’, en la línea de las cuatro normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conservar los alimentos”.
En cuanto al tríptico, Mata considera que la “parte fundamental es reconocer cómo se han de etiquetar estos productos” y señala que a estos documentos se les da una “difusión amplia” a través de la Agencia Catalana del Consumo, mediante las oficinas municipales de información al consumidor, y en los centros médicos de asistencia primaria. Por último, explica que la posición de la ACSA respecto a los organismos modificados genéticamente se adscribe al “cumplimiento de la legislación vigente”, de acuerdo con la normativa europea y siguiendo las competencias que tienen los estados miembros y las que le corresponde a Cataluña como comunidad autónoma.