La Comisión Europea informa en su página web del 11º caso de maíz ecológico contaminado por toxinas generadas por hongos (micotoxinas). A través del sistema de alerta rápida para seguridad de alimentos y piensos, el órgano comunitario detalla que se trata de una harina de maíz procedente de Italia y que, vía Francia, llegó a Países Bajos, donde se ha detectado su elevado índice de estas sustancias, que pueden afectar al grano de maíz y, por consiguiente, producir diversas alteraciones y cuadros patológicos en el hombre y en los animales.
A pesar de que la superficie sembrada con maíz ecológico es muy inferior a la sembrada con maíces convencionales, las alertas por presencia de micotoxinas son iguales o más frecuentes, lo que conduce a pensar que el riesgo de contaminación con micotoxinas cuando los ataques de taladros no pueden ser controlados con insecticidas o modificación genética es muy superior.
Las variedades de maíz mejorado genéticamente que se derivan del evento MON 810, y que son resistentes a las plagas de taladro, presentan unos contenidos en micotoxinas más bajos que sus homólogas convencionales, tal y como constatan los resultados de unos ensayos comparativos realizados por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
Los datos de la investigación fueron presentados por Joan Serra, científico de IRTA-Fundación Más Badía, quien señala que según los resultados obtenidos “las variedades transgénicas han presentado menos contenido en micotoxinas” y asegura que la presencia de estas sustancias tóxicas “ha estado relacionada con el ataque de taladro”. Por ello, el maíz biotecnológico que incluye la protección contra esta plaga, de acusada presencia en el valle del Ebro (Aragón y Cataluña), implica una fuerte reducción de micotoxinas, además de alcanzar mayores producciones.