Un equipo de investigación dirigido por el Instituto Boyce Thompson (BTI) ha identificado genes que podrían permitir que los melocotoneros y sus parientes silvestres toleren condiciones estresantes y se adapten al cambio climático. El equipo de investigación examinó los genomas de 263 parientes silvestres y variedades locales de melocotón de siete regiones de China. De estos, 218 procedían del Depósito Nacional de Germoplasma de Melocotón de China y 45 de la Meseta Tibetana.
Llevaron a cabo estudios de asociación ambiental de todo el genoma en las muestras e identificaron más de 2.700 puntos en el genoma que están vinculados a 51 factores ambientales que afectan los climas locales de esas regiones. Se identificaron los genes responsables de la tolerancia del melocotón a múltiples factores ambientales, como el frío, la sequía y los niveles de radiación ultravioleta (UV-B) en altitudes elevadas.
Los investigadores encontraron que los melocotoneros de una región con temperaturas extremadamente bajas tenían una variación genética en la proteína de fosfotransferencia de histidina AHP5, lo que sugiere que la variante le dio al melocotonero la capacidad de resistir el frío. Las plantas de una región muy árida albergaron variantes en múltiples genes en la vía de biosíntesis del ácido abscísico (ABA) que regula las respuestas al estrés por sequía, y en 12 genes que regulan el metabolismo del almidón y el azúcar. Descubrieron que, en respuesta al estrés por sequía, el ABA inducía niveles más altos de una enzima productora de sacarosa, lo que explica por qué los melocotones de esta región tienen contenidos de azúcar consistentemente más altos que las frutas de regiones menos áridas.
Más información en la página web de BTI.