El sorgo es una de las fuentes de alimentos, piensos y biocombustibles más importantes del mundo. Se considera un cultivo modelo para la investigación porque tiene una alta tolerancia a la sequía, el calor y las condiciones de alta sal. Aumentar el rendimiento del grano se ha vuelto aún más importante para los fitomejoradores, agricultores e investigadores a medida que tratan de abordar y superar los problemas de seguridad alimentaria relacionados con el cambio climático, el crecimiento de las poblaciones y la escasez de tierra y agua.
Una de las últimas investigaciones sobre el sorgo ha sido la llevada a cabo por científicos estadounidenses del Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL) y del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA ARS), que han sido capaces de duplicar la cantidad de granos que puede producir una planta de sorgo. Los investigadores han identificado variaciones genéticas novedosas en el gen MSD2 del sorgo, aumentando el rendimiento de grano en un 200 por ciento. MSD2 proviene de la línea de genes que aumenta la fertilidad de las flores al reducir la cantidad de ácido jasmónico, una hormona que controla el desarrollo de semillas y flores. Está regulado por MSD1, un gen descubierto en 2018. Su investigación muestra que manipular cualquiera de los genes aumenta la producción de semillas y flores.
Los investigadores explican que los principales cultivos de cereales están muy cerca unos de otros evolutivamente. Muchos de los genes que comparten tienen funciones similares, y que este gen que juega un papel importante en el control del rendimiento del sorgo también puede ayudarnos a mejorar el rendimiento de otros cultivos como el maíz o el arroz. El equipo ahora está buscando trabajar con colaboradores, como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, para ver si uno de los genes, MSD2 o MSD1, se puede utilizar para mejorar el rendimiento del sorgo en grandes ensayos de campo.
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