China está cerca de aprobar la comercialización del arroz modificado genéticamente en el gigante asiático, según recogió el pasado 25 de agosto el periódico oficial “China Daily” publicadas por EfeAgro. China ha trabajado en la investigación del arroz transgénico y está estudiando seriamente su comercialización”, explicó el viceministro chino de Agricultura, Niu Dun, aunque no dio detalles del hipotético calendario.
Esta declaración supone un cambio de tendencia en el asunto de los transgénicos, apuntada ya el pasado mes de julio, cuando el Consejo de Estado (Ejecutivo chino) impulsó un proyecto de investigación científica alimentaria.
El proyecto tiene un presupuesto de cerca de 20.000 millones de yuanes (2.050 millones de euros) y las autoridades confían en que ponga a China en cabeza de la producción mundial de tecnología de modificación genética.
En este sentido, el arroz juega un papel fundamental, puesto que es el alimento básico de una parte sustancial de los más de 1.350 millones de habitantes del país más poblado del mundo.
China produce actualmente unas 500 millones de toneladas de arroz, aunque se calcula que, con el incremento de la población del país hasta los 1.600 millones para el año 2020, se debería ampliar la capacidad de producción a 630 millones de toneladas.
La necesidad de más alimento, así como el supuesto recorte en el impacto medioambiental (los transgénicos requieren de un 80 por ciento menos de pesticidas, uno de los contaminantes más extendidos en China) y el mayor beneficio previsto para los agricultores son algunas de las ventajas de esta decisión.
En la década de los 90, China permitió inicialmente la venta de productos modificados, como algodón, tomates y maíz, aunque el Gobierno chino se retractó en el año 2000, cuando la comunidad internacional empezó a cuestionar estas prácticas.
En mayo de 2005, China ratificó el protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, que obliga a los exportadores a identificar y facilitar información sobre los transgénicos.
Según cálculos de Naciones Unidas, en el año 2007 estaban contabilizadas en todo el mundo alrededor de 114 millones de hectáreas de cultivos transgénicos, que incluyen productos como patatas, soja, algodón y arroz.