La Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) ha emitido un comunicado en el que recuerda que en doce años de cultivo de maíz transgénico en España no ha habido ningún problema de salud, ambiental o de coexistencia.

“La Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) quiere manifestar su desacuerdo con el movimiento antitransgénicos que desde diferentes organizaciones se ha puesto en marcha esta semana. Como productores de maíz, único cultivo modificado genéticamente que ha sido sembrado en la Unión Europea, y desde la experiencia de campo que nos ha aportado su explotación, queremos dejar constancia de la viabilidad económica del buen uso de esta tecnología. Por otro lado la reducción en la aplicación de plaguicidas es total en el caso del insecto del taladro, que supone el mayor problema en las zonas donde se utiliza esta semilla.

Recordar que en los últimos doce años hemos sembrado más de 530.000 hectáreas de maíz transgénico en España, algo menos que la superficie de la provincia de Madrid, sin que haya habido ningún problema para la salud, para el medioambiente o para otros agricultores que no han optado por estas semillas.

Exigimos poder continuar con el desarrollo de nuestra actividad, que realizamos con profesionalidad y estricto cumplimiento de las normas, sin estar sometidos a la presión que diversas organizaciones sin ninguna experiencia práctica intentan trasladarnos. También pedimos poder disponer de las mismas herramientas que utilizan nuestros competidores fuera de la Unión Europea, cuyos productos nos exportan y compiten en mejores condiciones con los nuestros.

Para terminar, damos nuestro apoyo y respetamos las decisiones con base científica que se adoptan por los organismos competentes que son los que tienen la responsabilidad de velar por nuestra seguridad y por la del entorno que nos rodea, a los que también pedimos que apliquen los procedimientos establecidos en plazos proporcionales al riesgo que evalúan”.

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