Los científicos del Instituto Max Planck para la Investigación de Fitomejoramiento en Colonia, Alemania, han descubierto cómo una proteína LMI1 controla el crecimiento y la forma de las hojas. Francesco Vuolo y sus colegas están investigando los mecanismos subyacentes a las variaciones en la forma de la hoja, pero recientemente han investigado las partes poco comprendidas de las hojas llamadas estípulas.

Estos crecimientos se forman en la base de una hoja durante el desarrollo y varían mucho en tamaño y función en diferentes especies de plantas. En la planta modelo Arabidopsis, las estípulas maduras siguen siendo pequeñas, aunque constituyen una parte sustancial de la hoja joven. En otras plantas, como el guisante de jardín, las estípulas forman una gran parte de la hoja.

El equipo de investigación utilizó una combinación de herramientas y mostró que la proteína LMI1 mantiene las estípulas pequeñas. Vuolo explica que si la proteína se produce en una célula durante el desarrollo de la hoja, simplemente continúa creciendo en lugar de dividirse, evita que la célula se desarrolle en otros tipos de células y limita el conjunto de células disponibles para un mayor crecimiento del tejido.

LMI1 también desempeña un papel clave en la regulación de la morfología de las hojas en otras plantas. El equipo de Vuolo descubrió que la LMI1 no se produce en la gran estipulación foliar de las plantas de guisantes, sino en la parte superior de la hoja de guisantes, donde se forman los zarcillos.

Estos hallazgos arrojan nueva luz sobre el origen del desarrollo de las estipulaciones, lo que sugiere que en realidad son hojas crípticas que se mantienen en un estado reprimido por LMI1.

[FUENTE: Max Planck]

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