Según ha afirmado en una entrevista Jason Clay, vicepresidente de transformación de mercados del Fondo Mundial para la Naturaleza Worldwide Fund for Nature (WWF), la agricultura intensiva y los cultivos transgénicos pueden hacer frente a la creciente demanda de alimentos a la que nos enfrentamos a la vez que preservan el medio ambiente con unas prácticas sostenibles.
En dicha entrevista, el ecologista resaltó que las formas agrarias tradicionales han dejado de ser suficientes para hacer frente a los retos de productividad que presenta una población en constante crecimiento. Desde su punto de vista la productividad de la tierra debe ser mejorada a la vez que se reduce la producción de residuos y los efectos sobre el medio ambiente de esta actividad.
Para Jason Clay, la ingeniería genética y los cultivos transgénicos es una forma para lograr estos objetivos, una nueva práctica agraria que no puede ser dejada de lado especialmente en África y Asia Sur-Oriental.
GREENPEACE
Estas declaraciones del ecologista se unen a las del co-fundador de Greenpace, Patrik Moore, que defiende el uso de los cultivos transgénicos en su libro ‘Confessions of a Greenpeace Dropout: The Making of a sensible enviromentalist’. Según Patrik Moore, en el caso de los organismos modificados genéticamente Greeenpace no atiende a evidencias científicas ya que si lo hiciera se caería toda su campaña.
Según confiesa Patrik Moore, abandonó la dirección de Greenpeace tras 15 años de trabajo por divergencias sobre las líneas seguidas por la organización, quien se marcó un programa contrario a la ciencia, a las empresas y al propio ser humano.
ANÁLISIS CIENTÍFICO
También ha defendido esta tecnología el ambientalista Mark Lynas, quien pidió perdón públicamente por su postura anti-transgénica defendida en los últimos años basándose en lo que describió como “leyendas urbanas verdes” siguiendo un “movimiento explícitamente anticiencia.” El ambientalista se avergüenza de “haber pasado varios años destrozando cultivos transgénicos,” una acción que considera “inmoral e inhumana.”
A estas declaraciones también se sumó el ambientalista Mark Tereck, quien criticó las críticas “mordaces” hacia Lynas tras sus declaraciones ya que “lo único que ha hecho ha sido abrir un debate. Todos somos más fuertes si vamos de la mano con la ciencia, incluso cuando esto invalida algunas de nuestras creencias.”