La caseína es la proteína que se encuentra en la leche de vaca y que le da al queso toda su funcionalidad, incluida su elasticidad, fusión y sensación en la boca. Solo en los Estados Unidos, aproximadamente 9 millones de vacas se dedican a producir leche al año. Y según distintos estudios, cada vez son más las personas intolerantes a la lactosa, lo que afecta al consumo del queso. Para solucionar este problema, un equipo de investigadores de Nobell Foods ha conseguido desarrollar una soja transgénica capaz de producir caseína de origen vegetal sin necesitar vacas para su obtención.

Magi Richani, ex ingeniero de Shell y director de Nobell Foods, ha explicado que “descubrimos una manera de convertir básicamente las plantas en pequeñas fábricas para hacer caseína, para que no se tenga que obtener de una vaca.” La empresa de Richani utiliza semillas de soja modificadas genéticamente para producir caseína. Después de más de cuatro años de investigación, han descubierto una forma de hacer caseína a partir de plantas con el mismo sabor y textura que la obtenida de los lácteos. “Las plantas son la forma más barata de producir proteínas, y si podemos cambiar su perfil para que produzcan cualquier proteína que queramos, podemos competir”, añade Richani.

Esta investigación se está centrando en la elaboración de mozzarella y el cheddar, los dos tipos de queso que constituyen el 60% del queso consumido en los Estados Unidos. Según ha explicado la compañía, el queso estará disponible a finales de 2022 o principios de 2023. Más información en Nobell Foods o en este artículo.

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