La siembra de maíz modificado genéticamente protegido contra las plagas de taladro ha alcanzado un récord histórico de adopción en 2012 con 116.306 hectáreas, lo que representa el 30% del total de maíz grano sembrado en el país. Así se desprende de los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) sobre superficies de maíz sembradas en España durante 2012.

Un total de 116.306,6 hectáreas fueron cultivadas en España con maíz en 2012, lo que supone un incremento de 18.980,88 hectáreas y un 20% respecto al año anterior. Respecto a la producción total de maíz grano, los cultivos modificados genéticamente han representado el 30% del total sembrado en el país, un 3,5% más que en 2011.

Aragón es la comunidad autónoma con mayor superficie sembrada de maíz Bt con 41.669,39 hectáreas, 301,39 más que en 2011. Le siguen Cataluña y Extremadura con 33.530,86 y 15.951,53 hectáreas, respectivamente, con un aumento de 3.898,85 y 5.384,70 hectáreas cada una. Las provincias con mayor siembra de maíz biotecnológico han sido Huesca (24.002,65), Lérida (27.076,75), Zaragoza (17.143,80) y Badajoz (10.690,06).

Se confirma un año más la confianza de los agricultores españoles en las variedades modificadas genéticamente, semillas que permiten a los profesionales del campo beneficiarse de importantes ventajas económicas, sociales y medioambientales.

Las semillas biotecnológicas permiten al agricultor incrementar la producción de una forma más sostenible y reducir el consumo de recursos por unidad de producción (menos suelo, menos agua, y menos energía). Estas ventajas se traducen en beneficios directos para el agricultor que hacen la actividad agrícola más rentable y competitiva.

Conviene recordar que el uso de estas semillas se basa en decisiones anuales del agricultor que dispone en el mercado de otras muchas variedades obtenidas por mejora genética convencional. Según se desprende del estudio realizado para la Fundación Antama entre los agricultores que sembraron cultivos biotecnológicos en España en 2011, el 95% de los agricultores reconoció que volvería a hacerlo este año.

Sólo con el cultivo del maíz modificado genéticamente resistente a taladro (MON810) los agricultores españoles han conseguido entre 1996 y 2009 un beneficio extra de 65 millones de euros . Se estima que si los agricultores europeos pudieran cultivar las variedades modificadas genéticamente aprobadas en los países competidores podrían tener un ingreso adicional de entre 443 y 929 millones de euros al año.

Un total de 16,7 millones de agricultores en todo el mundo avalan los beneficios económicos, sociales y medioambientales de estos cultivos. En 2011 un total de 160 millones de hectáreas fueron sembradas con semillas modificadas genéticamente en 29 países. De éstos, 19 pertenecían a países en vías de desarrollo mientras que los 10 restante eran países industrializados.

>> Descargar nota de prensa completa <<

Compartir en redes sociales