Llega el momento crucial en la vida de muchos jóvenes: elegir una carrera universitaria. Y desde la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) nos recuerdan que pese a ser una de las más desconocidas es una de las mejores salidas profesionales. El Grado de Ingeniería Agrónoma es una carrera con un 100% de probabilidades de encontrar un trabajo, pero que pocos estudiantes quieren cursar.

Una consecuencia directa del sector de la mejora vegetal altamente tecnificado es que genera más de 15.000 puestos de trabajo y estemos constantemente buscando talento profesionalizado. Este sector cuenta con más de 60 centros de I+D en los que cada día se investiga, se innova y se buscan soluciones para los problemas de la agricultura con aportaciones en la semillas que den respuesta a toda la cadena alimentaria.

El sector obtentor invierte más de 100 millones de euros en nuestro país al año, y genera alrededor de 1.100 puestos de trabajo directamente relacionados con la I+D+i. Pero estos datos no son suficientes para atraer talento, no son suficientes para conseguir que los jóvenes que en estos momentos están decidiendo qué estudiar, cuál será la rama de su futuro profesional pongan los ojos en nuestro sector.

“Tenemos grandes dificultades en la búsqueda de talento de ingenieros agrónomos que se especialicen en mejora vegetal y puedan formar parte de las 60 empresas y centros públicos que agrupa ANOVE, jóvenes dispuestos a formarse en un sector puntero a nivel mundial, señala J.Javier de la Peña Luque, HR Business Partner del negocio de semillas hortícolas de BASF.

Ignacio Ortega, responsable de RRHH en Sakata Seed Iberica, comenta que “el talento existe, lo que necesitamos es ser capaces de enseñarles a las nuevas generaciones lo interesante y necesario que es nuestro sector, un sector que tiene retos importantísimos que pasan por alimentar a un mundo superpoblado, amenazado por las consecuencias del calentamiento global”.

Santiago Pérez, gerente de Intersemillas, comenta que “las dificultades para encontrar personal cualificado son cada vez mayores, los jóvenes no ven en la mejora vegetal una salida. Cuando les podemos ofrecer un futuro laboral a largo plazo, con buenas condiciones”. Y explica que “cuesta encontrar talento dentro de nuestras fronteras, siendo España puntera en I+D en mejora y debería ser al revés, países como Holanda o EEUU los que vinieran aquí a buscar expertos en mejora vegetal”.

La mejora vegetal es una actividad altamente tecnológica y de enorme trascendencia económica, social y medioambiental. El mate­rial vegetal de reproducción, semillas y plantas es el primer eslabón de la cadena alimentaria y el único insumo imprescindible para su sostenimiento. Trabajan cada día para conseguir variedades de semillas adaptadas a nuestro país, que frenen el cambio climático ya que una de nuestras grandes premisas es ser capaces de producir más con menos.

Producir más para alimentar a una población creciente como indican los datos de la FAO y con menos, pues debemos usar menos agua un bien claramente escaso en nuestro país, pero también con menos gasto energético, y menor uso de insumos. Como recuerda Elena Saénz, directora de Anove, “tenemos que dar respuestas rápidas y con un coste inferior, para poder seguir invirtiendo en innovación vegetal. Si el reto al que nos enfrentamos como sociedad ya es de por sí complicado, sin la mejora es imposible. Sin investigación e innovación Europa limita su futuro, y sin jóvenes que apuesten por formarse para trabajar en el sector no tenemos futuro.

 

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