Un estudio realizado por investigadores del John Innes Center (JIC) ha descubierto que el crecimiento en las plantas está impuesto por dos tipos diferentes de genes que funcionan en paralelo, son los conocidos como ATH1 y DELLA.

El estudio de JIC abordó la arquitectura y los hábitos de crecimiento de las plantas, ya sean las que crecen cerca del suelo como las que alcanzan alturas elevadas. Usando análisis genético, microscopía y la técnica de secuenciación ChIP, identificaron los genes ATH1 y DELLA. Para convertir un crecimiento compacto en un crecimiento alargado, es necesario desactivar ambos tipos de genes. Cuando están activos, cualquiera de los dos puede detener la actividad de los genes que normalmente promueven el crecimiento alargado, por ejemplo, en respuesta a condiciones de luz.

Se ha encontrado en el arroz un mecanismo de dos genes con un comportamiento similar que determina si el crecimiento es alargado, lo que sugiere que podría ser un mecanismo común que controla la arquitectura de la planta. Los genes DELLA se han utilizado ampliamente en el mejoramiento de cultivos para mejorar el rendimiento y facilitar la cosecha, y los investigadores van a seguir trabajando para comprender mejor cómo se regula ATH1.

Robert Sablowski, autor líder de la investigación, explicó que “es bien sabido que la forma en que crecen las plantas depende en gran medida del medio ambiente (…) Gracias a este estudio, ahora entendemos cómo las respuestas al medio ambiente pueden modificarse en partes específicas de la planta para producir su forma característica. Fue emocionante ver que un número relativamente pequeño de cambios genéticos puede convertir el hábito de crecimiento de la planta de uno como el del repollo a uno como el de la colza. Queda por ver si los cambios comparables explican las diferencias en el hábito de crecimiento que vemos en la naturaleza “.

Más información en el JIC.

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