efsa transgenicos europa biotecnologiaEl pasado viernes la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) volvió a rechazar la prohibición por parte de Francia del maíz modificado genéticamente aprobado a nivel europeo al no contar con justificación científica que justifique dicha restricción. La EFSA afirma que en la documentación presentada por Francia para justificar dicha prohibición “no hay evidencia científica específica, en términos de riesgo para la salud humana y animal o el medio ambiente, que apoyaría la adopción de un medida de emergencia en el cultivo del maíz MON 810“.

Ésta es la respuesta del órgano científico europeo a la última solicitud francesa a la Comisión Europea de prohibir el maíz MON810 (resistente a insectos) en la que instaba a revocar su autorización para la siembra a nivel comunitario. “Ni las publicaciones científicas citadas en el informe de las autoridades francesas (…) ni los argumentos esgrimidos por Francia revelan información nueva que pueda invalidar las conclusiones de la evaluación del riesgo y recomendaciones realizadas por el Panel de OMG de la EFSA”.

La EFSA calra que la mayoría de las publicaciones científicas citadas por Francia para justificar su prohibición ya habían sido tenidas en cuenta con anterioridad pero fueron descartadas por no tener validez científica. Las fuentes nuevas fueron analizadas y ninguna ofrecía pruebas con valor científico de algún riesgo para la salud humana, animal o medio ambiente. El dictamen concluye que “la EFSA considera que las conclusiones de la evaluación de riesgos anteriores hechas por el Panel de OGM y las recomendaciones sobre el gestión el riesgo sobre el maíz MON 810 siguen siendo válidas y aplicables”.

>> Dictamen oficial de la EFSA <<

LA POSICIÓN FRANCESA ANTE LOS OMGs

El ex primer ministro francés, François Fillon, confirmó a finales de 2013 en una entrevista al diario Les Echos que Francia mantenía vigente un acuerdo con los grupos ecologistas por el cual el Gobierno rechazaba activamente los cultivos transgénicos a cambio de que los verdes hicieran la vista gorda a la energía nuclear. Se confirmó así el rumor de que Nicolas Sarkozy había negociado con los grupos ecologistas luchar contra la biotecnología agraria para que no obstaculizaban el desarrollo de la energía nuclear en el país. Francia cuenta con 58 centrales nucleares en su territorio.

La EFSA ya ha rechazado en numerosas ocasiones la prohibicíon francesa por ser ilegal y no tener fundamento científico. Incluso el Consejo de Estado francés, órgano consultivo supremo del gobierno, catalogó en 2011 de ilegal la prohibición del cultivo de transgénicos impuesta en Francia en 2008. El Tribunal de Justicia Europeo (TJE) también la catalogó de ilícita.

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