Según los registros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, los guisantes son la cuarta leguminosa más producida a nivel mundial. Además de ser una buena fuente de proteína, almidón, fibra y minerales, los guisantes tienen una importante ventaja de sostenibilidad ecológica debido a su capacidad biológica de fijación de nitrógeno. Por todo esto, descifrar la composición genética de los guisantes es importantísimo para acelerar el desarrollo de variedades mejoradas.

Un equipo de investigadores internacionales ha informado de cómo han evolucionado los guisantes, detallando su estructura genética e identificando las características que se pueden aprovechar para obtener mejores variedades. Los hallazgos han sido publicados en Nature Genetics.

“En las últimas décadas, la tecnología de secuenciación ha facilitado en gran medida los estudios de genómica de cultivos que permiten a una mejor comprensión de la arquitectura del genoma”, explicó uno de los líderes del proyecto Rajeev Varshney, profesor del Instituto de Futuros Alimentarios de la Universidad de Murdoch en Australia.

“Este estudio proporciona una comprensión más profunda de los guisantes y los genes que pueden desempeñar un papel clave en la adaptación al cambio climático y ayudar a desarrollar cultivos más resilientes al clima. Llena el vacío entre los modelos básicos anteriores y la genómica moderna para impulsar la investigación y la mejora de cultivos para el futuro de este cultivo”, agregó Varshney.

Este equipo trabaja para brindar soluciones sobre el uso sostenible de recursos limitados como la tierra y o el agua, buscando mejorar económica y éticamente la producción de alimentos. Más información en Murdoch UniversityNature Genetics

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