Henry Daniell, científico de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos.

La producción de insulina, durante los últimos 50 años, ha implicado algunos riesgos para el paciente. Aun así, el medicamento salva la vida de los aproximadamente 537 millones de adultos que viven con diabetes en todo el mundo, y se espera que ese número aumente en los próximos años.

Estudios clínicos recientes muestran que la inyección de insulina puede hacer que llegue al torrente sanguíneo tan rápido que puede provocar hipoglucemia o niveles de azúcar en la sangre que caen por debajo del rango saludable. Las bombas de insulina automatizadas pueden administrar insulina precisa y minimizar este riesgo, pero son costosas y solo están disponibles para una pequeña parte de los pacientes con diabetes en todo el mundo.

Ahora, una administración oral de proinsulina a base de plantas podría poner fin a estos inconvenientes, según un nuevo estudio publicado en la revista Biomaterials realizado por investigadores de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos.

Aunque la insulina clínica ha estado en uso durante varias décadas, le falta uno de los tres péptidos que se encuentran en la insulina natural. Los científicos han desarrollado una insulina a base de plantas que contiene los tres péptidos y se puede ingerir por vía oral. La fuerza de las paredes de las células vegetales protege a la insulina de los ácidos y las enzimas en el estómago del paciente antes de que los microbios intestinales descompongan el material. Luego, la insulina liberada se envía al hígado a través del eje intestino-hígado.

Usando ratones diabéticos, los investigadores han descubierto que esta insulina de origen vegetal regula el azúcar en la sangre dentro de los 15 minutos posteriores a la ingestión de manera muy similar a la insulina secretada naturalmente. En comparación, los ratones tratados con inyecciones de insulina tradicionales experimentaron una rápida disminución de los niveles de glucosa en sangre, lo que provocó una hipoglucemia transitoria.

“El riesgo de hipoglucemia es una de las mayores desventajas del sistema de administración actual y puede incluso provocar un coma. Nuestra insulina, administrada por vía oral, tiene las tres proteínas y se administra directamente al hígado. Funciona igual que la insulina natural, lo que minimiza el riesgo de hipoglucemia”, explica Henry Daniell, líder de la investigación.

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