Un nuevo estudio dirigido por Benjamin Z. Houlton, Decano Ronald P. Lynch de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de la Universidad de Cornell, y Maya Almaraz, investigadora asociada de la Universidad de Princeton, muestra que la tecnología y la gestión agrícola de vanguardia no solo pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino eliminarlas por completo al producir emisiones netas negativas, reduciendo más gases de efecto invernadero de los que producen los sistemas alimentarios.

La investigación publicada en PLOS Climate también informa de que el uso de tecnología agrícola podría suponer más de 13 mil millones de toneladas de emisiones netas negativas de gases de efecto invernadero cada año. Según el documento, el sistema alimentario mundial genera entre el 21% y el 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta cada año. Con la población mundial acercándose a los 10 mil millones a mediados de siglo, las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario mundial, si no se controlan, podrían crecer al 50% y 80% para 2050, según el estudio.

Investigaciones anteriores habían indicado que cambiar las dietas es clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector alimentario, pero Houlton y Almaraz creen que la reducción de emisiones podría ser mayor. Su estudio examinó tanto el cambio dietético como las tecnologías agrícolas como opciones para reducir las emisiones. Un nuevo modelo mostró que la forma más efectiva de reducir las emisiones es impulsar las modificaciones del suelo para los cultivos, desarrollar la agrosilvicultura, avanzar en las prácticas sostenibles de recolección de mariscos y promover la producción de fertilizantes impulsados por hidrógeno.

Más información en el Cornell Chronicle.

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