Científicos han modificado el color de la flor de una tradicional planta de jardín japonesa desde violeta al blanco, a través de la nueva herramienta de edición genética CRISPR. Sólo la alteración de un único gen fue suficiente para introducir este efecto. Es conocida como la gloria de la mañana o campanilla japonesa (Ipomoea nil o Pharbitis nil), una flor muy popular en Japón desde hace mucho tiempo.

Los investigadores se dirigieron a un único gen llamado DFR-B que codifica la enzima de biosíntesis de antocianinas responsable de la coloración de los tallos, hojas y flores de la planta. Justo al lado de este gen se encuentran dos genes estrechamente relacionados (DFR-A y DRF-C) lo que hizo que sea un reto dirigirse con precisión al DFR-B sin tocar a sus genes vecinos.

La interrupción del gen DFR-B desactiva la enzima codificada, dando como resultado la ausencia del pigmento de color de la antocianina. Los investigadores japoneses insertaron el sistema CRISPR/Cas9 en embriones de cultivo de tejidos de plantas de la gloria de la mañana con la ayuda de las propiedades de transferencia de ADN de la bacteria de la planta de Rhizobium.

Alrededor del 75% de las plantas transgénicas tenían tallos verdes y flores blancas en lugar del violeta característico. Las siguientes secuenciaciones posteriores confirmaron que el gen objetivo estaba modificado, mientras que los genes DFR-A y el DFR-C permanecieron inalterados.

Cuando los científicos examinaron la herencia de las mutaciones inducidas, hubo algunas que no presentaron ningún signo de ADN exógeno introducido. Esto plantea algunas preguntas interesantes en términos de los modificación genética, a la hora de considerar a las plantas descendientes transgénicas.

[FUENTE: ChileBio + Tsukuba + Nature]

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