La próxima generación de alimentos mejorados con biotecnología avanza con fuerza, buscando ser más atractivos para los consumidores que para los agricultores. Un reportaje de la Revista Chemistry World abarca las novedades de CRISPR y la edición del genoma en los últimos desarrollos alimentarios con foco en la salud y nutrición.
¿Qué pasaría si pudiéramos aumentar nuestros niveles de vitaminas comiendo un tomate morado? ¿Quizás comer verduras que realmente saben deliciosas? Fruto de la edición genética, estas frutas y verduras más estéticamente agradables anuncian un cambio en la forma en que los productores de alimentos abordan los nuevos tiempos y tienen el potencial de cambiar la narrativa.
La ingeniería genética tradicional se ha centrado en características que mejoran el rendimiento de los cultivos, como la tolerancia a la sequía o la resistencia a las plagas, áreas en las que los productores de alimentos tradicionalmente se han centrado. Pero las cosas están cambiando al darse cuenta de que los consumidores tienden a sentirse atraídos por productos diseñados para beneficiarlos, ya sea por su nutrición o sabor, o incluso por una piña rosa en lugar de amarilla.
Los tiempos están cambiando. Hacer que nuestros alimentos sean más apetecibles podría ser el punto de inflexión para que los alimentos mejorados por biotecnología lleguen mejor al consumidor final. Los desafíos que enfrenta la agricultura para alimentar a una población creciente, respetando los límites del planeta y haciendo frente al cambio climático, son enormes. Necesitamos todas las herramientas disponibles.
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Fuente: ChileBio