A la luz de la nueva legislación europea sobre organismos modificados genéticamente (OMGs), Sterling Crew, Jefe Técnico en Kolak Snack Foods (empresa británica productora de aperitivos), ha analizado el papel de los cultivos transgénicos a la hora de garantizar la seguridad alimentaria mundial. El análisis, publicado en ‘Food Science & Technonology’ resalta la importancia de las nuevas tecnologías para garantizar el suministro de alimentos en un mundo en el que una de cada nueve personas duerme con hambre. Unos 805 millones de personas sufren escasez grave de alimentos y cerca de dos millones no consumen las suficientes vitaminas y minerales, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
“No hay solución mágica única para asegurar una alimentación suficiente y asequible. Los científicos de los alimentos tienen un papel muy importante que desempeñar en la configuración del entorno alimentario futuro, aumentando los rendimientos de los cultivos, desarrollando formas más sostenibles de alimentación y ayudando a reducir el despilfarro de alimentos. La innovación técnica presenta una oportunidad real tanto para mejorar la productividad como para proteger el medio ambiente”, afirma Sterling Crew.
En el texto se expone en qué consiste la mejora genética, la percepción social de la misma y se aborda la nueva normativa europea sobre transgénicos, que se espera entre en vigor el próximo mes de abril. En este contexto el representante de Kolak Snack Foods critica que la toma de decisiones en la Unión Europea en materia de biotecnología agraria se estén tomando en base a intereses, afirmando que “las políticas deben basarse en la ciencia respaldada por la evidencia y no por las campañas de comunicación y miedo populistas”.
“Se estima que el mundo necesitará incrementar su producción de alimentos en un 60% (de aquí a 2050) para satisfacer la creciente demanda (…) El alarmismo sobre los cultivos transgénicos dificulta la lucha contra la pobreza y está teniendo un impacto dramático en las personas más pobres del mundo. Es tiempo de advertir a los responsables políticos que la seguridad alimentaria mundial necesita esta nueva tecnología y que ignorarla dificultará encontrar soluciones a los retos actuales y futuros (…) Es hora de poner una nueva perspectiva el papel de los cultivos transgénicos en el panorama de la seguridad alimentaria mundial, la protección del medio ambiente y la mejora de nuestra calidad de vida”, concluye Sterling Crew.
