El pasado 8 de febrero la cuidad de Valladolid acogía la III Jornada Española del Cultivo de la Alfalfa, JECA 2024. Una jornada de trabajo en la que más de medio millar de expertos, agricultores y profesionales de la industria analizaron el presente y el futuro del sector.

JECA 2024 reivindicaba el papel de la industria de la alfalfa para revitalizar el campo y frenar el éxodo en el mundo rural. España es una potencia mundial en la exportación de alfalfa, un sector que ya genera más de 4.000 empleos directos y casi 10.000 indirectos, y en el que en la pasada campaña se dedicaron a la deshidratación 105.000 hectáreas de las que casi el 80% se destinó a la exportación.

La mejora genética y las nuevas técnicas genómicas estuvieron presentes en la jornada con la participación de Daniel Basigalup, ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional de La Plata y del divulgador científico y catedrático de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, José Miguel Mulet.

Mejoramiento genético de alfalfa e importancia del uso de variedades modernas

Los principales objetivos de la mejora genética en el cultivo de la alfalfa deben perseguir aumentar el rendimiento de forraje, buscar la tolerancia a estreses abióticos, calidad forrajera o la resistencia a virosis y plagas, entre otros.

Daniel Basigalup destacó la importancia de desarrollar variedades a partir de ecotipos importantes en España con un perfil más productivo, así como evaluar variedades modernas e identificar las más adaptadas. Y resaltó la importancia de la investigación y de las nuevas técnicas de edición genética, ya presentes en otros países del mundo, para ayudarnos en esta tarea.

Uso del CRISPR y las nuevas técnicas genómicas en Europa

José Miguel Mulet iniciaba su participación en la jornada destacando la importancia de que el Pleno del Parlamento Europeo votara a favor de la propuesta para la regulación de determinadas NGTs. Para Mulet, “por primera vez en mucho tiempo, la Unión Europea en agricultura ha hecho algo positivo”.

En su presentación, el catedrático en Biotecnología en la UPV recorrió las distintas revoluciones verdes que ha vivido nuestra agricultura y el papel de la Unión Europea ante los avances de los últimos años, dejando a sus productores en clara situación de falta de competitividad frente a terceros países.

Para Mulet, las nuevas técnicas genómicas nos ayudarán a afrontar los importantes desafíos que tenemos en la actualidad y en un futuro en materia de alimentación.

Lo que antes desarrollábamos mediante una mutagénesis aleatoria, tecnologías como CRISPR nos va a permitir hacerlo de forma dirigida y ahorrar cerca de 10 años de investigación, destacaba el investigador. 

 

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