Las herramientas de edición genética están desbloqueando nuevas estrategias para mejorar los sumideros de carbono naturales y agrícolas, limitar las emisiones de efecto invernadero (GEI) de la agricultura y otros sectores y revolucionar los biocombustibles. Soluciones analizadsa por David Hart, Robert Rozansky y Val Giddings en un artículo publicado en Genetic Literacy Project.

Una de las soluciones presentadas es la iniciativa Trillion Trees, que reconoce la capacidad única de la planta de utilizar la fotosíntesis para recolectar carbono. Aunque el proceso no es muy eficiente, los expertos están utilizando herramientas de edición de genes para mejorarlo. Cuando estas nuevas técnicas tengan éxito, se prevé que conduzcan a un aumento de la productividad del 50% en los principales cultivos, a la vez que reducirán significativamente las emisiones y aumentarán los ingresos de los agricultores.

La mayoría de las emisiones de GEI agrícolas se contabilizan en la descomposición y el transporte de alimentos desperdiciados. El aceite de soja editado genéticamente con una vida útil más larga y las patatas que resisten las magulladuras ahora están disponibles comercialmente, lo que contribuye a la reducción de desechos. La edición de genes tiene el potencial reducir las emisiones de carbono al optimizar los microbios que pueden procesar la celulosa de manera eficiente.

Aproximadamente el 6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en la agricultura proviene del ganado. Se ha descubierto que algunos bovinos emiten cantidades menores de metano debido a poblaciones microbianas específicas que se encuentran en sus tractos digestivos. Con la edición de genes, este rasgo se puede transferir a los rebaños y contribuir a reducir las emisiones.

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