El equipo de economistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ha publicado un informe que analiza los datos de los 25 años de cultivo continuado de organismos modificados genéticamente (OMGS) en Argentina. Bajo el título ’25 AÑOS DE CULTIVOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE EN LA AGRICULTURA ARGENTINA’, un grupo de economistas ha estudiado el impacto económico y ambiental de la adopción de semillas biotecnológicas en la agricultura argentina en los cultivos soja, maíz y algodón.
Los resultados reflejan que los que los cultivos biotecnológicos incrementaron rendimientos, redujeron costes de producción y aumentaron la rentabilidad de la producción primaria. Entre 1996 y 2020, la siembra de semillas biotecnológicas incrementaron en promedio la rentabilidad respecto a los cultivos convencionales en 24,52 €/ha en el caso de la soja, 29,50 €/ha en maíz y 182,88 €/ha en algodón.
Un segundo grupo de resultados indica que la adopción de cultivos GM ha reportado importantes beneficios al país. Se estiman beneficios brutos acumulados en 25 años de cultivos de semillas MG ha sido de 134 mil millones de euros. De este total, el 92% corresponden al cultivo de la soja, el 7% al maíz y el resto al algodón. Cuando se observa el incremento de divisas gracias a las mayores exportaciones, los 25 años de GM representaron casi 129 mil millones de euros adicionales. Además, el uso de estas semillas permitió la creación de 93 mil puestos de trabajos directos por campaña.
Un tercer grupo de resultados indica que en términos ambientales los cultivos biotecnológicos han permitido mitigar el impacto de la producción primaria en el medio ambiente. La adopción de semillas modificadas genéticamente ha evitado la emisión de más de 18 mil millones kg de carbono al medioambiente, el equivalente al consumo anual de 3,9 millones de automóviles. Además, la tecnología permitió incrementar el carbono acumulado en el suelo en 7,3 millones de toneladas en la campaña 2020/2021 y 121 millones de toneladas en las últimas 25 campañas.