Han lanzado una iniciativa ciudadana para que la Unión Europea (UE) pueda beneficiarse de las nuevas técnicas de fitomejoramiento. El texto critica que la directiva actual de organismos modificados genéticamente (OMGs), a la que se someten las nuevas técnicas de mejora genética, tiene casi dos décadas y que no tiene en cuenta las últimas innovaciones (como el CRISPR) ni los progresos científicos realizados en materia de análisis de seguridad. Recuerda también que políticos, académicos, mejoradores y científicos han criticado duramente esta legislación por su desproporcionalidad y por la ausencia de base científica.

La iniciativa recuerda que esta normativa ha impuesto una evaluación de riesgo demasiado estricta, que se ha traducido en una prohibición implícita de los cultivos desarrollados con estas nuevas técnicas en toda la Unión Europea. A pesar de las demandas, la Comisión Europea aún no ha actualizado la Directiva y la Unión Europea corre el riesgo de perder los beneficios de estas técnicas y quedarse atrás internacionalmente.

Por todo esto se pide una revisión de la Directiva sobre OMGs con esta iniciativa, en la que haya una distinción clara entre los productos obtenidos a través de las nuevas técnicas de mejora genética y los obtenidos a través de transgénesis. Además, la iniciativa exige una evaluación de riesgos basada en el producto de los organismos resultantes en lugar de una evaluación basada en la técnica. 

El objetivo de esta iniciativa es representar a los ciudadanos europeos que apuestan por el progreso científico responsable y que demandamos esfuerzos conjuntos para realizar cambios legislativos para impulsar el avance y no para frenarlo. Apostar por las nuevas técnicas de mejora genética “fomentará una agricultura más eficiente, sostenible y respetuosa con el medio ambiente”.

La iniciativa ha sido lanzada por dos estudiantes europeas: Martina Helmlinger, que está cursando un máster en Seguridad de los Alimentos en la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida en Viena (Austria) y Lilli Schütz, que está cursando un máster en Ciencias de los Cultivos en la Universidad de Wageningen (Países Bajos). Más información en The Parliament Magazine.


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