Se espera que las semillas enviadas al espacio en noviembre de 2022 regresen a la Tierra en abril después de cuatro meses. El innovador experimento, dirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene como objetivo desarrollar nuevos cultivos que puedan adaptarse al cambio climático y ayudar a impulsar la seguridad alimentaria.

Las semillas de Arabidopsis y sorgo viajaron en un transbordador de carga desde las instalaciones de la NASA en Estados Unidos al espacio, donde han estado durante estos cuatro meses expuestas a condiciones “fuera de este mundo” como radiación cósmica, microgravedad y temperaturas extremas dentro y fuera de las Estaciones Espaciales Internacionales.

Cuando las semillas regresen a la Tierra el próximo mes de abril, serán sembradas y examinadas por investigadores del centro común de la FAO y el OIEA centrado en avances tecnológicos en alimentación y agricultura. La forma en que crecerán las plantas proporcionará información sobre las mutaciones inducidas por el espacio.

“Esta es una ciencia que podría tener un impacto real en la vida de las personas en un futuro no muy lejano, al ayudarnos a producir cultivos más fuertes y alimentar a más personas”, ha explicado el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi. “Los científicos del OIEA y la FAO llevamos mutando semillas durante 60 años y creando miles de cultivos más resilientes para que los use el mundo, pero esta es la primera vez que experimentamos con un campo tan emocionante como la astrobiología”, explicó. Más información en la web de la FAO

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