En el marco de la primera sesión de las ‘II Jornadas sobre Transgénicos Agrícolas’ celebradas en la tarde de ayer en Salamanca, expertos del sector rechazaron el retraso que sufre la Unión Europea en apuesta por la biotecnología agraria.
Convocada por la Universidad de Salamanca y la Asociación de Biotecnología de Salamanca (ABSAL), en colaboración con la Federación Española de Biotecnólogos, abordó las distintas aplicaciones de los transgénicos agrarios y las claves que están marcando el futuro de esta tecnología en territorio europeo.
Gonzaga Ruiz de Gauna, gerente de INVEGEN y coordinador de BIOVEGEN, abrió la jornada analizando la situación actual de la biotecnología vegetal en España. El experto resaltó que pese a la escasa inversión de I+D en España el país tiene investigación científica muy buena que está por encima de la media tanto en calidad como en cantidad. Pese a ello “España no saca partido a su I+D ya que no se patenta y lo que se patenta no se explota,” puntualizó.
“En España no tenemos tecnología propia, producimos y vendemos lo de otros (…) Hay poca innovación y muy poca conexión entre ciencia y empresa, escasez de recursos (…) Sin transferencia de conocimiento no hay innovación ni avance tecnológico,” explicaba Gonzaga. Matizó también que la biotecnología vegetal permite mejorar la calidad y que a día de hoy es una fuente de riquezas y aplicaciones, “una herramienta clave de progreso.”
“Necesitamos que se pongan en el mercado plantas que beneficien al consumidor, si no los transgénicos fracasarán.” José Pío Belrán Porter
Por su parte, Óscar Lorenzo Sánchez, secretario del CIALE y de la SEFV, abordó las analogías y complementariedad entre biotecnología vegetal transgénica y no transgénica. El experto resaltó que la biotecnología agraria permite transferir información genética de una forma más precisa y controlada que a través de la mejora clásica basada en cruzamientos. Óscar Lorenzo explicó que pese a que pese a que la mejora clásica es lenta y poco precisa sin ella no podríamos haber llegado a tener transgénicos.
En esta línea, José Pío Beltrán Porter, Investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, profundizó en la bioingeniería vegetal y afirmó no entender a los ecologistas que critican la agricultura transgénica bien hecha, una práctica agraria segura que no ha dado ningún caso en su historia de riesgo alguno.
“Defiendo los transgénicos, claro que sí, y también la agricultura ecológica. Estoy a favor de la agricultura ecológica bien hecha, porque la mal hecha ha demostrado que mata, la última vez que lo hemos visto ha sido en Alemania,” explicó.
Berta Dopico Rivela, Catedrática de Fisiología Vegetal de la Universidad de Salamanca, abordó las aplicaciones de la ingeniería vegetal. En su ponencia abordó en profundidad las aplicaciones industriales, médicas y alimenticias de los transgénicos agrícolas, una tecnología que da productos rentables y que son buenas para el medio ambiente.
Beta Dopico criticó la situación que ha vivido la Patata Amflora en la Unión Europea,una variedad que se ha dejado de sembrar por culpa de una fuerte campaña anti transgénica que buscaba confundir a la opinión pública. “Es una pena que no se estén cultivando transgénicos en la Unión Europea por cuestiones no científicas,” concluyó.
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