Científicos españoles han realizado un análisis de riesgo-beneficio para revisar el impacto de los productos modificados genéticamente (MG) en la salud humana, animal y ambiental. Los datos demuestran que el uso de cultivos transgénicos no ha causado ningún daño hasta la fecha. Además, se evidencia que la comercialización de estos cultivos ha aportado beneficios económicos, ambientales y de salud para el público 

El análisis ayudó a identificar los beneficios de los cultivos transgénicos que pueden contribuir a los desafíos globales que se enfrentan hoy, como lograr la seguridad alimentaria para la creciente población mundial. Los cultivos transgénicos ayudan a aumentar el rendimiento de los cultivos sin convertir más superficie terrestre en tierras agrícolas. Su uso también ha llevado a una disminución en el uso de insecticidas y menores emisiones de gases de efecto invernadero.

Los estudios muestran que la eliminación de cultivos transgénicos en los campos de los agricultores puede conducir a un aumento en el área de cultivo global, lo que resulta en un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que pueden agravar el cambio climático. Los cultivos transgénicos también tienen un impacto económico en el que los mayores rendimientos, la mejora de la productividad y la reducción de costos se han traducido en ventajas económicas en todo el mundo.

ACEPTACIÓN PÚBLICA

Sin embargo, la aceptación pública de los cultivos transgénicos sigue siendo un desafío, ya que los consumidores todavía se muestran escépticos a pesar de los datos científicos. El análisis de riesgo-beneficio revisó encuestas públicas recientes sobre los riesgos y beneficios de los cultivos transgénicos. Se identificó que el escepticismo se formó a partir de dos factores. Primero, sobre argumentos morales y científicos que sugieren que los alimentos transgénicos no son efectivos. En segundo lugar, abordar las preocupaciones emocionales por medio de otra preocupación emocional.

A pesar de la desconfianza de los consumidores, los resultados de las encuestas públicas sugieren que existe una creciente aceptación pública de la ingeniería genética. Por lo tanto, se sugirió que se necesita una fuerte intervención social para abordar sus actitudes moralizadas hacia los OGM. El análisis también encontró evidencia de que los cultivos transgénicos pueden ayudar a superar la crisis alimentaria mundial y los problemas ambientales. También pueden servir como vacunas comestibles sin necesidad de instalaciones industriales a gran escala para la producción.

Por lo tanto, los alimentos MG deben tratarse como alimentos tradicionales y la inocuidad de los alimentos debe priorizarse sobre los métodos mediante los cuales se incorporaron los rasgos y propiedades. Los investigadores también enfatizaron que los debates sobre los alimentos MG deben basarse en evidencia científica y no en emociones. Los beneficios para la salud del consumidor deben darse a conocer al público para disipar el escepticismo relacionado con los OMGs.

Más información en Applied Sciences.

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