JCOM omgsJournal of Science Communication ha publicado un especial sobre la realidad que rodea a los organismos modificados genéticamente (OMGs), una tecnología no exenta de polémica en cuyo debate la ciencia muchas veces es la gran olvidada. El texto reconoce que las tecnologías y sus logros deben ser constantemente supervisados y regulados, como es el caso de la propia biotecnología verde, roja o blanca. Además resalta que el concepto OMG es tan amplio a día de hoy que es imposible hablar genéricamente. De ahí la importancia en biotecnología de hablar específicamente caso a caso, algo que el consenso científico defiende desde hace años.

En esta línea afirma que para evaluar la seguridad de cada OMG “la técnica utilizada es irrelevante”. En el caso de la biotecnología agraria hay que analizar el producto final, no el proceso, y analizar cada caso por separado, nunca de forma global ni genérica. En muchos casos se crea una fuente de preocupación sin justificación creíble, pero en cuyo origen nadie indaga. Si lo hicieran encontrarían que no hay explicación a dicho temor.

“La actitud de la sociedad y los legisladores ante la biotecnología agraria debe ser reorientada, una tarea muy interesante para los comunicadores científicos que deben explicar: cuanto sin sentido y engaño hay en el debate actual sobre los OMGs, acabar con mitos históricos y aclarar que la mayoría de los científicos internacionales avalan esta tecnología desde hace décadas”.

Aquí entra en juego el consenso científico en torno a los OMGs. Y es que sin duda la seguridad de los OMGs cuenta con el consenso científico internacional, por mucho que determinados grupos intenten transmitir lo contrario. El consenso sobre los OMGs está avalado por más de 1.783 informes que evidencian científicamente que no hay ningún riesgo vinculado al cultivo de semillas biotecnológicas, frente a 26 artículos en contra. Las cifras lo dejan claro, eso es consenso científico.

Los autores hacen una clara distinción entre “consenso” y “unanimidad”, algo clave en este debate. Y es que “unanimidad” es una condición que muy rara vez se logra en cualquier actividad humana, y mucho menos en los debates científicos. Apelar la unanimidad en vez del consenso es intentar condicionar el mensaje dando la espalda a la ciencia. Concluyen los autores recordando que se los OMGs deben ser evaluados por el producto final y no por el proceso, siempre caso por caso, y que los OMGs cuentan con el consenso científico de genetistas, biólogos y agrónomos.

>> THE NECESSARY “GMO” DENIALISM AND SCIENTIFIC CONSENSUS

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