Crédito de la imagen: CSIC

El arroz es el segundo cultivo más producido del mundo, generando anualmente más de 72 millones de toneladas de salvado de arroz. Este salvado, la capa exterior que se elimina durante el proceso de pulido del arroz blanco destinado al consumo humano, es un subproducto agrícola que se suele utilizar en aplicaciones de bajo valor añadido, como la alimentación animal.

Sin embargo, un equipo de investigación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC, organismo adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha comprobado que este residuo, abundante y poco valorizado, puede convertirse en una fuente sostenible y económica para la producción de enzimas industriales con aplicaciones en la industria alimentaria o la farmacéutica mediante el uso de hongos filamentosos, comúnmente conocidos como mohos.

Debido a su perfil nutricional (con un 50% de carbohidratos, un 15% de proteínas y un 20% de grasas), el salvado de arroz resulta un sustrato óptimo para el desarrollo de estos mohos. Su crecimiento, en condiciones controladas, permite obtener enzimas con un amplio abanico de aplicaciones industriales. Los hongos filamentosos producen y liberan unas proteínas llamadas enzimas como parte de su estrategia natural para alimentarse. Estas enzimas aceleran reacciones químicas y descomponen materiales complejos en compuestos más simples que luego pueden utilizar.

Este proceso, que ocurre de forma espontánea en la naturaleza, se puede aprovechar mediante la biotecnología para transformar residuos orgánicos en valiosas fuentes de enzimas industriales.

El equipo logró aislar 16 cepas de hongos filamentosos presentes en el salvado de arroz, pertenecientes a géneros bien conocidos como AspergillusPenicillium y Mucor. Estas cepas se evaluaron por su capacidad para producir cócteles enzimáticos capaces de degradar componentes vegetales como la celulosa y el xilano, dos polisacáridos vegetales esenciales en la estructura de las plantas, y mayoritarios en el salvado de arroz, además de producir proteínas antifúngicas, ampliando así su potencial para aplicaciones en sanidad vegetal o biomedicina.

Hacia una producción más sostenible de enzimas

Hoy en día, la producción industrial de enzimas depende de procesos químicos o bacterianos costosos. Este trabajo propone una alternativa más sostenible y de bajo coste basada en la fermentación de hongos sobre residuos agrícolas. “Aunque aún se requiere más investigación para optimizar el rendimiento, escalar los procesos y cumplir con normativas regulatorias, los resultados refuerzan el papel de los hongos como herramientas biotecnológicas clave en la transición hacia una bioeconomía circular”, concluye el grupo de investigación.

Aquí puede leer la información completa: CSIC investigación salvado arroz

Fuente: CSIC Comunicación – Comunidad Valenciana

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