El Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP), un centro de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), ha sido inaugurado el pasado lunes, y busca convertirse en referente mundial para mejorar la eficacia en la producción vegetal.

Con una plantilla de más de un centenar de expertos y un edificio principal de 8.000 metros cuadrados de extensión, al que se suman un conjunto de invernaderos con “la tecnología más avanzada” en España, este centro está diseñado para realizar investigación de vanguardia en lo relativo a la comprensión de procesos vegetales, como la diferenciación de las raíces, la floración, el desarrollo de las semillas, el cese del crecimiento y la adaptación de las plantas a condiciones adversas en climas semiáridos, como el español.

A la inauguración de este centro de investigación, ubicado en el Campus de Montegancedo de la UPM, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), han acudido, entre otros, el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez, en representación del Ministerio de Ciencia e Innovación, Departamento del que depende el INIA. Carlos Martínez ha destacado la importancia de la investigación genómica en el ámbito de los cultivos por sus implicaciones sanitarias y alimentarias, y los beneficios que ello aporta a la sociedad.

Por otra parte, el rector de la UPM, Javier Uceda, el director del INIA, Pedro Castañera, y el alcalde de Pozuelo, Gonzalo Aguado, quienes también acudieron a este acto de inauguración, han valorado asimismo la puesta en marcha de este centro de investigación, con el que opinan que se mejorará el conocimiento del sector de la biotecnología y la genómica de plantas.

Entre los objetivos del centro está el lograr una mejor comprensión de la adaptación de las plantas a condiciones adversas como la salinidad de los suelos, algo muy importante en climas semiáridos como el español, o los mecanismos de defensa a los microorganismos patógenos (virus, bacterias y hongos).

Según los expertos, la relevancia de este centro de investigación que está operativo ya desde hace unos meses, y cuyo coste de construcción ha sido de unos 10 millones de euros, es comparable en dimensiones y tecnología a otros de vanguardia en Europa, dentro del sector de la biología de plantas y biología genómica, como algunos situados en Inglaterra, Francia y Alemania.

Los invernaderos instalados en el recinto, los mayores construidos en España, incorporan todo un sistema de control automatizado, que aparte de garantizar iluminación, sirven para el control biológico y de acceso de plagas e insectos.
“Todo está controlado informáticamente, con una tecnología de vanguardia: la humedad, la intensidad de luz,…”, según ha explicado a Efe Antonio Molina, del CBGP y profesor de Biología Molecular de la UPM.

Así, ha añadido el experto, “si, por ejemplo, pasa una nube por encima de los invernaderos se pueden activar las luces. Todo está controlado por sensores; es posible el control remoto desde cualquier sitio, con cámaras web”.

Desde el punto de vista económico, este centro está totalmente abierto a la colaboración con las empresas, y en el campus se dispone de un espacio para que se asienten aquellas que estén interesadas en el sector.

España es el mayor productor en Europa de maíz transgénico (el único cultivo de este tipo permitido), con una superficie de unas 80.000 hectáreas, que supera al conjunto cultivado en toda Europa de ese producto; sin embargo, esa cifra representa una porción muy pequeña del total mundial, con un porcentaje inferior al 1 por ciento.

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