Desde la antigüedad, las culturas de todo el mundo han extraído aceite vegetal de las plantas para usarlo como alimento y combustible. Algunos aceites vegetales tienen importantes beneficios para la salud, como reducir los niveles de colesterol o disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Pero hay un problema: los aceites vegetales se extraen tradicionalmente de frutas o semillas, y el proceso de extracción a menudo conduce al desecho del resto de la planta en el proceso.

Científicos de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) han encontrado una manera de “eliminar” una familia de genes responsables de regular la producción de ácidos grasos en las hojas de las plantas en lugar de en sus semillas, consiguiendo que las plantas sinteticen ácidos grasos en sus hojas usando luz. Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista Nature Communications.

El profesor Jay Thele y su equipo han utilizado la herramienta de edición de genes CRISPR-Cas9 para desactivar tres pequeñas proteínas en Arabidopsis que restringen la producción de aceite en las hojas. Esto libera a la planta para producir mayores cantidades de triaciglicerol en sus hojas en lugar de en sus semillas. El triaciglicerol es el componente principal del aceite vegetal.

Este método podría conducir a una producción mayor y más barata de aceites vegetales a partir de plantas de hoja que tienen otros usos agrícolas. La posibilidad de usos duales para cultivos de hojas como la soja podría aumentar el contenido de proteína en su semilla debido a la menor producción de aceite en las semillas. Más información en la página web de la Universidad de Missouri-Columbia y el artículo de investigación en Nature Communications.

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