El pasado 23 de abril, más de 20 asociaciones europeas publicaron una carta abierta en la que piden mejoras legislativas a nivel comunitario en materia de edición genética. Los firmantes reiteran su preocupación por la decisión del Tribunal de Justicia europeo (TJUE) que interpretaba la Directiva sobre organismos modificados genéticamente (OMGs), considerando que los productos obtenidos por mutagénesis dirigida tenían que estar regulados por la Directiva de OMGs.
La carta critica que el costoso y prolongado proceso de autorización a los que se someterá a los productos obtenidos por mutagénesis dirigida, sumándole las esperadas prohibiciones de cultivos a nivel nacional, privará a agricultores europeos y consumidores beneficiarse de ellos. Según los firmantes, “la decisión del TJUE obstaculiza la entrada al mercado de productos capaces de dar soluciones soluciones sostenibles a la industria, la agricultura y la salud”. Algunos de los sectores más innovadores de Europa quedarán aislados del progreso científico y quedarán en desventaja competitiva con el resto de países que sí cuentan con regulaciones eficaces adaptadas al rápido progreso científico.
Los firmantes reconocen que además, la resolución es imposible de hacer cumplir, dado que muchos productos editados genéticamente por mutagénesis dirigda pueden ser indistinguibles de los productos modificados por procesos naturales o con técnicas de reproducción convencionales. Así lo confirma el último informe del Joint research Centre publicado el 26 de marzo bajo el título ‘Detection of food and feed plant products obtained by new mutagenesis techniques’. El informe destaca que:
“Los productos vegetales obtenidos por mutagénesis pueden entrar en el mercado europeo sin ser detectados. Además, si se detectara en el mercado europeo un producto con una alteración de ADN desconocida o no única sería difícil e incluso imposible proporcionar pruebas ante el Tribunal de que la secuencia modificada se originó a partir de la edición del genoma.”
Los firmantes de esta carta abierta ven urgente que la Unión Europea adapte su legislación para incorporar y favorecer el progreso técnico. Una legislación que esté alineada con la legislación del resto de países con los que comercializa Europa. “Los productos obtenidos por mutagénesis dirigda no deben estar sujetos a la Directiva de OMGs si esos mismos productos podrían haber sido obtenidos también a través de métodos convencionales o a través de un proceso libre de la naturaleza.”
La carta recuerda que esta posición es la que están adoptando un número creciente de países de todo el mundo, una posición que crea seguridad jurídica y que evita que posteriormente cada estado pueda adoptar medidas individuales para estos productos, creando inseguridades comerciales. Hay que evitar que dos productos idénticos estén regulados de formas diferentes en función del país, algo que crearía competencia desleal en materia de importaciones.
Por todo estos, los firmantes piden a los Estados miembros y a la Comisión Europea que inicien un cambio legislativo que proporcione leyes que favorezcan la innovación, siempre en base a las evidencias científicas.