La adopción de soja y maíz transgénico en Bolvia podría generar beneficios adicionales para el país de 140 millones de euros, según se desprende del informe de la Asociación de Productores de Semillas Oleaginosas y Trigo (Anapo), el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), y la Cámara Agrícola del Este (CAO). El estudio, titulado ‘Impacto Socioeconómico y Medioambiental en Bolivia a partir de la soya y maíz genéticamente mejorados’ es el primero que se realiza en esta línea, y se basó en experiencias reales de agricultores e investigaciones que realizadas a lo largo de los últimos 10 años, analizando aspectos sociales, económicos y ambientales.

El informe analiza minuciosamente los datos que se desprende del uso de soja biotecnológica resistente al glifosato, variedad que se aprobó en 2005 en Bolivia y que desde ese año hasta 2015 ha propiciado un ahorro de 165 millones de euros. También se consideró la producción de maíz biotecnológico en las cuatro últimas temporadas, comparándolo con la producción de Paraguay.

Según el gerente general de IBCE, Gary Rodríguez, la adopción de soja biotecnológica ayudaría a reducir el uso de insecticidas, además del aumento productivo en 200.000 toneladas, lo que se traduce en casi 50 millones de euros de ganancias por año. Por otra parte, la adopción de maíz biotecnológico ayudaría a reducir el uso de pesticidas y a lograr una producción adicional de 87.000 toneladas, lo que generaría ingresos de más de 10 millones de euros.

También se conseguirá reducir las emisiones de dióxido de carbono en 7.000 toneladas y el ahorro de 120 millones de litros de agua. El informe completo puede ser descargado a través del siguiente enlace.

‘Impacto Socioeconómico y Medioambiental en Bolivia a partir de la soya y maíz genéticamente mejorados’

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