El último Informe de la Global Agricultural Information Network (GAIN) analiza la situación de los organismos modificados genéticamente (OMGs) en Alemania, país que tiene prohibido su cultivo y que actualmente es uno de los líderes europeos en la lucha contra los transgénicos. El informe revela que pese al rechazo político y la mala imagen social de la biotecnología agraria y alimentaria, Alemania es dependiente de los productos transgénicos, aunque reconoce que hay poca posibilidades de desarrollar un mercado potente de OMGs en el país.
El informe elaborado por el USDA Foreign Agricultural Service afirma que el rechazo público a los transgénicos de la sociedad alemana es generalizado, que en el país no ha cultivo comercial de OMGs y que no existen alimentos etiquetados como tal. A pesar de ello, Alemania es la sede de numerosas empresas internacionales que desarrollan y suministran OMGs en todo el mundo. El informe también destaca que dichas empresas están trasladando sus centros de investigación de biotecnología a Estados Unidos por la restricción europea a dicha tecnología.
Pese a este rechazo generalizado en el país, la industria ganadera alemana es gran consumidora de soja transgénica importada para alimentación animal. Sin embargo, la industria ganadera está en constante riesgo a consecuencia de los intentos de los líderes políticos alemanes de restringir aún más el acceso a los OMGs dentro de sus fronteras.
