Klaus Ammann, científico de la Universidad de Berna (Suiza), ha publicado el informe ‘Genomic Misconception: a fresh look at the biosafety of transgenic and conventional crops’. A plea for a process agnostic regulation’, un análisis histórico y actual de la normativa sobre organismos modificados genéticamente (OMGs) en la que se pide la revisión desde la Unión Europea para construir una legislación más orientada al producto que esté más cerca de las evidencias científicas.
El documento reconoce que la normativa europea sobre cultivos modificados genéticamente (MG) se ha construido en base una premisa falsa: la existencia de diferencias básicas entre cultivos convencionales y biotecnológicos, algo que científicamente fue rechazado hace años. En el estudio se recogen argumentos para una nueva regulación de los cultivos transgénicos centrados en el producto en sí y en las evidencias científicas.
Klaus Amman afirma que “la fascinación y la euforia por los descubrimientos de biología molecular sufrida en los años sesenta y setenta llevaron a un enfoque equivocado sobre las plantas transgénicas (…) con controles de bioseguridad que se centraron en la novedad del proceso (…) Es hora de cambiar la regulación de los cultivos modificados genéticamente hacia un proceso basado en la ciencia”.
“No hay duda en que los enfoques normativos basados en el producto están más cerca de los principios científicos”, explica Klaus Amman, quien resalta que los riesgos inherentes de la biotecnología no son mayores que los de cualquier otra tecnología, y ésta ya tiene una larga historia de aplicación en agricultura y producción de alimentos que han permitido, junto con la investigación científica, tener un conocimiento muy exhaustivo de sus aplicaciones.
El estudio también resalta que uno de los principales responsables de la crítica situación de la normativa europea sobre OMGs es el peso de la política en los procesos de toma de decisiones que han dejado de lado por completo los debates científicos. Las estructuras en la toma de decisiones sobre biotecnología agraria y alimentaria son “muy complejas y oscuras dentro de la Unión Europea” y piden un cambio radical.
[[Fuente: New Biotechnology. Volumen 31. Número 1. Enero 2014]]