Un reciente estudio ha puesto de manifiesto cómo las medidas de mejoramiento para el desarrollo de maíz transgénico aseguran la equivalencia sustancial composicional con sus homólogos no biotecnológicos. Los niveles de nutrientes del grano (proteínas, aceites, vitaminas y minerales) no sufren alteraciones relevantes entre unas variedades y otras, por lo que las nuevas líneas de maíz son equivalentes a sus homólogas convencionales.
El estudio titulado ‘Maize hybrids derived from GM positive and negative segregant inbreds are compositionally equivalent: any observed differences are associated with conventional backcrossing practices’ concluye que los híbridos de maíz derivados de transgénicos son equivalentes en su composición y que las únicas diferencias observadas se relacionan con las prácticas convencionales de retrocruzamiento.
El estudio profundiza en la importancia de los segregantes positivos y negativos, un tema sobre el que se debate actualmente en algunos entornos científicos. El informe ha sido publicado en octubre de 2015 en Transgenic Research (pp 1-14).
