El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (COITAND) ha organizado la decimosexta edición del Symposium Nacional de Sanidad Vegetal, que se inaugura hoy. Decenas de empresas, entidades y profesionales del sector se reúnen en Sevilla con la finalidad de abordar durante tres jornadas los últimos avances y tendencias respecto a la protección de las plantas y la seguridad alimentaria desde todas sus vertientes. Esta nueva edición ha puesto el foco en una novedad: la incorporación de la mejora vegetal como herramienta para velar por producción y seguridad de los alimentos.

Para ello, la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) se ha unido a la celebración de este simposio para subrayar cómo la mejora vegetal resulta un elemento esencial para obtener los más altos estándares en la sanidad vegetal. Elena Saénz, Directora de ANOVE, subrayará que ante los retos que plantea el Pacto Verde, y más en concreto la Estrategia de la Granja a la Mesa, “la mejora vegetal se presenta como un aliado imprescindible”. La investigación para desarrollar nuevas variedades vegetales, resistentes a las plagas y enfermedades, y que produzcan más utilizando menos recursos, “resulta fundamental”.

Elena Saenz resaltará que “no debemos dejar pasar el tiempo, puesto que cada año que pasa sin que la Unión Europea desbloquee su uso, es un freno a los propios objetivos del Pacto Verde”. Ha insistido en poner de relieve cómo la mejora vegetal ha hecho posible significativas aportaciones sociales, económicas y medioambientales. Así, citando los estudios del Instituto Cerdà, subraya cómo la obtención vegetal tiene un papel clave en la economía española. “En los últimos 30 años la mejora vegetal ha contribuido con más de 24.500 millones de euros y en tan solo un año, 2019, con 1.000 millones de euros”.

La mejora vegetal ha generado más de 400.000 empleos en los últimos 30 años

Además, Elena Saenz explicará que “a lo largo de las últimas tres décadas, el incremento de la productividad gracias a la mejora genética ha supuesto para los cuatro cultivos analizados en el estudio una producción acumulada adicional de 62 a 76 millones de toneladas, lo que equivale a un incremento del 11 al 61% de la producción”. Producir cada vez más alimentos para abastecer a una población mundial creciente es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la agricultura hoy en día y, para alcanzar este desafío, la mejora vegetal desempeña un papel esencial.

“Las técnicas aplicadas a la obtención de nuevas variedades y los avanzados métodos biotecnológicos han contribuido a alcanzar resultados más rápidos y a desarrollar mejoras para aumentar la productividad y resistir mejor a las plagas y enfermedades”. No en vano, el Informe Noleppa ha puesto de manifiesto que el 67% del crecimiento de la productividad agraria europea se debe a las mejoras que aporta la obtención de plantas y semillas. Las nuevas demandas y expectativas del Pacto Verde están requiriendo que los agricultores puedan disponer de variedades más rentables y producir de forma más sostenible.

La mejora en las variedades de tomate aumentó la productividad, el empleo y el cuidado del medio ambiente

En este contexto, el tratamiento de semillas para obtener cultivos fuertes, mejores y sanos es una pieza clave en todo el proceso. Almudena de la Cruz Piñas, Responsable de Asuntos Regulatorios de ANOVE, explicará la importancia del tratamiento de las semillas y de la garantía de calidad a través de la certificación ESTA. “Con esta certificación, se aseguran ventajas para todas las partes interesadas: una mayor calidad de la semilla, más seguridad para los usuarios, el respecto por el medio ambiente y mayores garantías para las autoridades”. Únicamente a través del tratamiento y la certificación es posible asegurar la calidad y la sanidad de las plantas, evitando la propagación de enfermedades y plagas.

Por su parte, Almudena Castillo López, breeder en Syngenta, hará referencia a la importancia de los avances y la digitalización de la mejora genética para evitar esa propagación. “En los últimos años gracias a la digitalización y al procesamiento masivo de datos se abren una serie de posibilidades, usando nuevas tecnologías, para el manejo de resistencia a patógenos en plantas”.

La mejora vegetal supone una nueva oportunidad para aumentar los rendimientos, mejorar la vida útil de los vegetales, reduciendo así desperdicio de alimentos, y fortalecer la resistencia a las enfermedades de las plantas, los insectos y el estrés climático, evitando que se pierdan cultivos. Por tanto, con la labor de investigación es posible mejorar las variedades vegetales actuales y desarrollar otras nuevas, aumentar la productividad y hacer posible una agricultura sostenible como a la que se aspira en la UE.

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