Un estudio realizado por una colaboración de investigación internacional sugiere que la aparición de arroz cultivado a partir de plantas de arroz silvestre es el resultado de tres mutaciones genéticas que hacen que las semillas se caigan de la planta con mayor dificultad. Los investigadores descubrieron que cada una de las tres mutaciones individualmente tiene poco efecto, pero cuando las tres mutaciones están presentes, las panículas de arroz retienen más semillas, lo que resulta en un mayor rendimiento de la cosecha.

Los investigadores descubrieron que la mutación causal en el gen qSH3 es necesaria para evitar que las semillas de arroz se caigan (lo que se denomina rotura de semillas). En la mutación del gen qSH3, se encuentra una sustitución de un solo nucleótido en el gen (YABBY) en la mayoría de los cultivares índica y japónica, las especies de arroz más cultivadas del mundo. Esta investigación encontró que las plantas con solo la mutación del gen qSH3 dejaron caer sus semillas de forma natural. Cuando la mutación qSH3 se combinó con la mutación del gen SH4 la capa de abscisión requerida para la fragmentación de semillas se inhibió parcialmente.

Se realizó un análisis de mecánica estructural para determinar la relación entre la apertura y el cierre de la panícula y la inhibición de la capa de abscisión. Los resultados mostraron que cuando las tres mutaciones estaban presentes, se suprimió el desgrane y las semillas permanecieron adheridas a las panículas. Se cree que los ancestros cazadores-recolectores del hombre observaron las características visuales de ciertas plantas de arroz con mayor rendimiento y comenzaron a cultivarlas, allanando el camino para que el arroz se convirtiera en un cultivo básico.

Más información en Research at Kobe.

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