Científicos de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) están trabajando en un candidato inusual para la vacuna COVID-19: un virus vegetal. Dirigido por los profesores de nanoingeniería Nicole Steinmetz y Jon Pokorski, el objetivo del equipo es utilizar plantas para crear una vacuna estable y fácil de fabricar que pueda enviarse a todo el mundo.

Steinmetz explica que “para tener un impacto real, estamos haciendo una vacuna que sea estable a temperatura ambiente y superior para que pueda enviarse, sin refrigeración, a todo el mundo y ser distribuido a zonas de escasos recursos “. Mientras que el laboratorio de Steinmetz trabaja en el desarrollo de vacunas, el laboratorio de Pokorski trabaja en dispositivos de administración de vacunas en forma de parches de microagujas de liberación lenta que son económicos y fáciles de fabricar y enviar a todo el mundo.

Para crear la vacuna, están utilizando un virus vegetal que infecta las leguminosas y lo están diseñando para que se vea como SARS-CoV-2. Las firmas moleculares llamadas péptidos, que son específicas del SARS-CoV-2, se tejerán en la superficie del virus de la planta para que pueda estimular una respuesta inmune.

La belleza de su enfoque es que el virus de la planta no es infeccioso en los humanos, explica Steinmetz, cuyo laboratorio se especializa en la ingeniería de virus de plantas para tratar la salud de las plantas y los humanos. Además, los virus de plantas son fáciles de producir a gran escala porque se pueden cultivar en plantas a través de la agricultura molecular.

Los virus vegetales también son extremadamente estables a altas temperaturas, por lo que la vacuna del equipo es compatible con los métodos que se utilizarán para fabricar los parches de microagujas. Más inforamción sobre la investigación en el Centro de Noticias de UC San Diego.

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