Científicos de la Universidad de California Riverside (Estados Unidos) han resuelto un rompecabezas genético de 20 años que podría ayudar a proteger el trigo, la cebada y otros cultivos de la devastadora infección del virus Brome Mosaic. Este virus afecta principalmente a gramíneas como el trigo y la cebada, y ocasionalmente también afecta a la soja.

Según Ayala Rao, profesora de patología vegetal y microbiología, que ha estado estudiando el virus Brome Mosaic durante décadas, el material genético de este virus se divide en tres partículas que hasta ahora eran imposibles de distinguir. Dentro de cada una de las partículas hay una cadena de ARN, el material genético que controla la producción de proteínas. Las proteínas realizan diferentes tareas, algunas de las cuales causan retraso en el crecimiento, lesiones y, en última instancia, la muerte de las plantas huésped infectadas.

Mediante una técnica de ingeniería genética, el equipo de investigación dirigido por Rao deshabilitó los aspectos patógenos del virus e infundió los genes virales con una planta huésped. Pudieron aislar las partículas virales en las plantas y determinar su estructura. Con una de las partículas completamente mapeada, quedó claro que las dos primeras partículas son más estables que la tercera.

“Una vez que alteramos la estabilidad, podemos manipular cómo se libera el ARN en las plantas”, explica Rao, quien matiza que “podemos hacer que la tercera partícula sea más estable, para que no libere ARN y la infección se retrase”.

Más información en UC Riverside News.

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