“Comitología” es una palabra muy poco usada en castellano pero muy común a nivel regulatorio europeo. Se refiere a los procedimientos mediante los cuales los países de la Unión Europea (UE) controlan cómo la Comisión aplica la legislación comunitaria. Estos procedimientos de comitología se aplican, entre otros, a las autorizaciones de productos previa a la comercialización. En 2017 la Comisión propuso una reforma que incluye cambios en las reglas de votación que dejan de lado la evidencia científica a la hora de autorizar productos.

A día de hoy  vetar la aprobación de un producto con el aval científico de seguridad requiere la mayoría cualificada de los Estados miembros. La propuesta de reforma da más valor a las opiniones políticas que a las evidencias científicas. Los productos se autorizarán cuando cuenten con mayoría cualificada de los Estados miembros, lo que significa que una minoría de Estados miembros podría bloquear la aprobación de productos seguros científicamente.

LA EVIDENCIA CIENTÍFICA

Ante esta propuesta, que se espera sea votada por el Parlamento Europeo el 16 de diciembre de 2020, un grupo de asociaciones europeas (que representan a un amplio número de sectores económicos afectados directa o indirectamente por las normas de comitología) han exigido en un comunicado conjunto que las autorizaciones en el marco comunitario se base siempre en la evidencia científica, sustentada por el aval de las propias agencias de evaluación de riesgos de la UE. No es la primera vez que se pronuncian en esta línea, ya en 2017 publicaron un documento conjunto al respecto.

Las asociaciones resaltan que el aval científico en la toma de decisiones es clave “para la innovación, para las inversiones, para el empleo y para el crecimiento, así como para la confianza y seguridad de los consumidores europeos”. Además recuerdan que la innovación  es fundamental para lograr los objetivos del Pacto Verde Europeo y la estrategia industrial de la UE. Lamentan también “que los cambios en el sistema de comitología propuestos no ayuden a ninguno de los objetivos anteriores, ni es probable que promuevan la aceptación social de la innovación”.

LA VOTACIÓN

Los firmantes remarcan que “los cambios propuestos harían que los procesos de autorización de productos fueran aún más complejos y menos predecibles”. La propuesta enmendada que se votará el 16 de diciembre de 2020 “revertiría la lógica actual de ‘aprobar cuando sea seguro’ a ‘aprobar solo cuando sea popular'”, alertan las asociaciones. Concretamente, las enmiendas 5, 7 y 16 permitirían a una minoría de Estados miembros bloquear las autorizaciones de productos, incluso si las agencias de evaluación de riesgos confirman su seguridad.

Todo esto haría que las autorizaciones de ciertos productos fueran imposibles de facto y socavaría los procesos de toma de decisiones con base científica. “Por tanto, no estamos de acuerdo con la reforma de comitología propuesta e instamos a los responsables de la toma de decisiones, en particular, a rechazar las enmiendas 5, 7 y 16 de la comisión de asuntos jurídicos”, concluyen las asociaciones.

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