La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha publicado el Segundo Informe del estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo en el que se defiende la conservación genética de cultivos en bancos de semillas así como el desarrollo de nuevas variedades modificadas genéticamente y combatir la inseguridad alimentaria.

El informe de 350 páginas, que cubre todo tipo de aspectos, apuesta por la conservación de la información genética de determinados cultivos para poder así crear nuevas variedades de crecimiento rápido, elevado rendimiento y resistentes al calor, la sequía, la salinidad, las plangas y las enfermedades. Y es que estas variedades son necesarias para combatir la inseguridad alimentaria debida al cambio climático.

La FAO reconoce que en los últimos años se han realizado enormes progresos en Biotecnología así como en las tecnologías de la información, avances cuyos beneficios han de ampliarse para mejorar el uso de la agrobiodiversidad con el objetivo final de mejorar la seguridad alimentaria.

La pérdida de la biodiversidad tendrá un gran impacto en el suministro alimenticio del futuro, en el que 9.000 millones de personas tendrán que ser alimentadas 2050. La FAO apuesta por un uso más amplio y mejor de los recursos genéticos y la biodiversidad en los cultivos alimentarios para estimular la conservación y desarrollo de nuevas variedades.

El documento reconoce que el 50 % del incremento en el rendimiento de los cultivos en los últimos años es consecuencia  de las nuevas variedades de semillas. El riego y los fertilizantes son responsables del 50 % restante. Como ejemplo se destaca la variedad de arroz de maduración rápida NERICA (acrónimo del inglés New Rice for Africa) que ha transformado las economías locales en diversas partes de África.

>> Descarga la NOTA DE PRENSA oficial de la FAO <<

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