Los agricultores españoles obtuvieron en 2012 un margen bruto adicional que se puede valorar en más de 11 millones de euros gracias al cultivo de maíz modificado genéticamente resistente a la plaga del taladro.

Las cifras se deducen del informe aceptado para publicación por el Spanish Journal of Agricultural Research (SJAR) en el que se determina el margen bruto medio adicional  del cultivo de maíz Bt en 95 euros por hectárea .

Tras 15 años continuados apostando por estas semillas , en 2012 se alcanzó récord histórico de siembra con 116.306 hectáreas, lo que representa el 30% del total de maíz grano sembrado en España a lo largo del año .

Aragón es la comunidad autónoma con mayor superficie sembrada de maíz Bt y para la que puede estimarse un margen bruto adicional de casi 4 millones de euros (41.669,39 hectáreas).

Le sigue Cataluña (33.530,86 hectáreas) y Extremadura (15.951,53 hectáreas) con más de 3 y 1,5 millones de euros de margen bruto adicionales, respectivamente. El margen bruto medio total adicional de los agricultores españoles se puede valorar en 11.049.127 euros.

BENEFICIOS DEL MAÍZ TRANSGÉNICO

Las semillas biotecnológicas permiten al agricultor incrementar la producción de una forma más sostenible y reducir el consumo de recursos por unidad de producción (menos suelo, menos agua, y menos energía). Estas ventajas se traducen en beneficios directos para el agricultor que hacen la actividad agrícola más rentable y competitiva.

“Llevo más de 10 años cultivando maíz modificado genéticamente y sigo apostando por él porque logra que mi explotación sea más rentable. Tener acceso a una semilla de maíz resistente a la plaga del taladro me permite ser más competitivo y respetuoso con el medio ambiente. Sin estas semillas el cultivo de maíz en mi zona no sería rentable,” explica Ignacio Eseverri, agricultor zaragozano y secretario de la Asociación PRObio.

LA UE ANTE LOS TRANSGÉNICOS

Pese a la fuerte demanda de estas semillas por los agricultores, la Unión Europea continúa frenando su desarrollo acumulando retrasos en su aprobación de más de 44 años . Desde la aprobación del MON 810 para cultivo en 1998 y las primeras variedades con ese evento en 2003 tan solo se ha aprobado el cultivo de la patata Amflora.

Un gran número de variedades llevan años esperando ser aprobadas después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) confirmara su seguridad científicamente. Mientras, la Unión Europea permite importar la producción de esos cultivos que prohíbe dentro de sus fronteras.

“Los agricultores españoles sufrimos en nuestro trabajo diario la incoherencia europea en materia de transgénicos. Sólo nos permiten cultivar un maíz pero podemos importar productos procedentes de otros cultivos modificados genéticamente. Es más, alimentamos a nuestra propia ganadería con maíces y sojas biotecnológicas que no podemos cultivar. ¿De qué sirve la evaluación positiva de la EFSA si después las decisiones son tomadas en  la Unión Europea ó por algún ó algunos miembros de la UE,  en función de lo que le parece más conveniente al  servicio del Gobierno de turno?. El consumidor, al que tanto le sube la cesta de la compra, debe conocer esta situación,” explica Gonzalo Niubó, agricultor de Lérida.

DEMANDA DE AGRICULTORES

Esta desigualdad a la que somete la Unión Europea a sus agricultores amenaza fuertemente el futuro agrario europeo. Por todo ello, los agricultores piden a los Gobiernos europeos que apuesten firmemente por la biotecnología agraria, para poder competir en igualdad y realizar una actividad agrícola más sostenible.

“Necesitamos más sentido común al hablar de agricultura en la Unión Europea. Los agricultores nos enfrentamos a amenazas contra las que no podemos luchar si no apostamos por la biotecnología agraria. La Unión Europea tiene que dejarnos cultivar todas aquellas semillas que la comunidad científica ya ha demostrado que son seguras y cuya producción estamos ya importando desde hace años. Si no se abren las puertas de Europa a los transgénicos nuestro campo no podrá ser competitivo,” explica Francisco Javier Fernández, agricultor sevillano.

En 2011, un total de 16,7 millones de agricultores en todo el mundo avalaron los beneficios económicos, sociales y medioambientales de estos cultivos , que se sembraron en 160 millones de hectáreas y 29 países.

Datos del informe: Spanish Journal of Agricultural Research (SJAR) “How can specific market demand for non-GM maize affect the profitability of Bt and conventional maize? A case study for the middle Ebro Valley, Spain” (ref. 448/11) by L. Riesgo, F. J. Areal, and E. Rodríguez-Cerezo. Published in 2012, Vol. 10 No. 4.

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